Esta semana se reveló el dato de las ganancias que tuvo la farmacéutica estadounidense Pfizer, tras las ventas de su vacuna contra el virus de la covid-19, Comirnaty, en el mundo.

De acuerdo con The Guardian, en 2021 Pfizer ganó US$37.000 millones en ventas por el biológico contra la covid-19, lo que lo convirtió en uno de los productos más lucrativos en la historia.

Ante el hecho, la organización inglesa Global Justice Now (Justicia Global Ahora en español) mostró su indignación, y acusó a Pfizer de estar “estafando” a los sistemas públicos de salud.

Por ingresos totales, la farmacéutica estadounidense facturó US$81.300 millones el año pasado y estiman que las ganancias para 2022 estarán entre los US$98.000 millones y los US$102.000 millones.

Es por esto que Global Justice Now la acusó de “especulación pandémica” y dijo que estas ganancias son más altas que el Producto Interno Bruto (PIB) de muchos países.

Al respecto, un portavoz de Pfizer, que habló con The Guardian, argumentó que la compañía estaba “firmemente comprometida con el acceso equitativo y asequible” del biológico.

“Los países de ingresos altos y medios pagan más que los países de ingresos bajos, pero a un valor que se descuenta significativamente de nuestros puntos de referencia normales, durante la pandemia. Los países de ingresos bajos y medianos bajos pagan un precio sin fines de lucro”, añadió.

Mujeres han tenido más efectos secundarios por vacuna de Pfizer que hombres

La proporción de mujeres que declararon efectos secundarios tras recibir su primera, segunda o tercera dosis de la vacuna de Pfizer contra la covid-19 es casi el doble (1,9 veces) que entre los hombres, según un nuevo estudio realizado en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Haifa (Israel) y publicado en la revista Vaccines.

“No sabemos qué mecanismo está implicado, pero puede estar relacionado con las diferencias entre los sexos en el sistema inmunitario o en la percepción de los efectos secundarios”, aseguró el profesor Manfred Green, investigador principal del estudio, que explica que una posibilidad es que el sistema inmunitario de las mujeres “responda con más fuerza que el de los hombres a los antígenos extraños”.

Las vacunas de Pfizer se basan en la inyección de un ácido nucleico (ARNm) que codifica una de las proteínas del virus. El objetivo es estimular la producción de anticuerpos contra el virus y proteger al receptor contra la enfermedad.

La vacunación se acompaña a veces de efectos secundarios, que se manifiestan, por ejemplo, en dolor en el punto de vacunación o en todo el brazo, fiebre, debilidad, fatiga y parestesias en diversas partes del cuerpo. Los investigadores examinaron las diferencias entre hombres y mujeres en la notificación de efectos secundarios tras recibir las vacunas de Pfizer en Israel.

Así, el estudio se basó en la recopilación de datos de cuatro fuentes diferentes: los informes enviados al Ministerio de Salud sobre los efectos secundarios en individuos mayores de 16 años durante el período comprendido entre diciembre de 2019 y junio de 2021, una encuesta de 923 participantes mayores de 30 años realizada en junio de 2021 y dos encuestas adicionales con 560 participantes de 20 a 65 años realizadas en lugares de trabajo en septiembre de 2021.

Los resultados del estudio muestran que la notificación de efectos secundarios tras la primera, segunda y tercera vacunación es aproximadamente 1,9 veces mayor entre las mujeres que entre los hombres.

Más efectos tras la segunda dosis

Las frecuencias más altas de efectos secundarios notificadas entre todos los participantes fueron las que se produjeron tras la segunda vacunación. Los efectos secundarios fueron generalmente leves, incluyendo dolor en el punto de vacunación, fiebre, dolores de cabeza, debilidad y parestesia en el brazo.

Un análisis de los resultados muestra que la proporción de mujeres que declararon dolor en todo el brazo tras recibir la vacuna fue siete veces mayor que entre los hombres tras la primera vacunación y 4,2 veces mayor que entre los hombres tras la segunda vacunación; la proporción de mujeres que sufrieron este efecto secundario tras la tercera vacunación fue 4,1 veces mayor que entre los hombres.

Además, la proporción de mujeres que declararon debilidad fue 30 veces mayor que la de los hombres después de la primera dosis, 2,6 veces mayor después de la segunda dosis y 1,6 veces mayor después de la tercera.

Asimismo, la cantidad de mujeres que sufrieron dolores de cabeza también fue nueve veces mayor que entre los hombres después de la primera dosis, 3,2 veces mayor después de la segunda y 2,45 veces mayor después de la tercera. Según los investigadores, los resultados del estudio subrayan la necesidad de informar sobre los efectos secundarios de las vacunas desglosados por género.