El país atraviesa una tercera ola de contagios que se ha hecho larga y tortuosa. Más de una semana con reportes de 500 fallecidos y 20 mil contagios diarios tiene al sistema de salud en jaque. Después de más de 35 días de protestas del Paro Nacional, comenzó a regir la resolución 777 de reactivación económica, que más de cien asociaciones médicas piden derogar.

De acuerdo con José Oñate, internista infectólogo y presidente de la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN), el panorama es desalentador. En entrevista con SEMANA, dijo que el país atraviesa un “tercer pico interminable” y sostuvo que la situación es muy crítica, pero podría empeorar aún más.

“Hacemos un llamado a toda la comunidad a mantener las medidas de bioseguridad, para tratar de prevenir enfermarnos y que nos puedan hospitalizar. En este momento no hay camas en el país para la atención, tanto de las personas con covid como de las personas que no tienen covid. Hacemos un llamado a evitar todo tipo de situaciones que generen aglomeraciones”, señaló el profesional de la salud, quien agregó que es importante que la cobertura en vacunación de la población más vulnerable siga incrementando.

Oñate señaló que la reactivación es necesaria y que no se opone a esta, pues reconoce que las medidas sociales y económicas también son esenciales en el manejo de la pandemia de coronavirus. No obstante, cree que cualquier acción en ese sentido debe basarse en un concepto técnico y científico, teniendo en cuenta la situación epidemiológica.

Para los firmantes de una carta dirigida al Ministerio de Salud, en la que piden derogar la resolución 777, es importante que la cartera escuche a los expertos y al sector médico para plantear la reapertura.

En más de una ocasión, el Gobierno ha sostenido que la situación actual se debe, en gran medida, a las aglomeraciones que se han extendido por más de un mes, desde el paro del 28 de abril. Según el Ministerio de Salud, el tercer pico estaba empezando a bajar en los últimos días de abril, pero una semana después del inicio de las marchas volvió a subir y se ha mantenido de forma muy preocupante.

El presidente de ACIN opinó que cualquier actividad que signifique un factor de riesgo potencial, incluyendo las protestas que generen aglomeraciones, debe evitarse porque el sistema de salud ya no tiene cómo soportar la presión recibida durante tantos días. No solo por la ocupación, sino porque el personal está cansado y no hay suficientes manos.

“La ocupación es mayor que la que se ha reportado (...) Si una persona necesita una UCI, tiene que esperar que un paciente, desafortunadamente, fallezca o se recupere, y esto sucede tanto para quienes requieren de atención en las áreas covid, como los de no covid”, explicó el internista infectólogo.

Además, añadió que la atención prehospitalaria también está colapsada. La falta de medicamentos, de oxígeno y de talento humano tiene a cientos de personas esperando su turno para recibir la atención urgente para salvar su vida.

Con todo, el doctor Oñate explicó que él y sus colegas están dispuestos a construir en conjunto una estrategia de reactivación económica biosegura y sostenible, acompañada de otras intervenciones en salud pública que reduzcan el impacto devastador del virus en la población.