Si bien la vacunación obligatoria no se ha ordenado para toda la población de algún país en el mundo, los más desarrollados han comenzado a impartir una serie de medidas que la acarrean.

En algunos, es necesario estar vacunado para acceder a ciertos establecimientos o lugares de ocio, como sucede en Francia. En Estados Unidos, los trabajadores federales ya están sometidos a esta obligatoriedad y la medida podría extenderse a otro tipo de oficios esenciales para los países.

Frente a esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronunció este viernes y se mostró preocupada, pues por más importante y efectiva que sea la vacunación masiva, para cualquier tipo de enfermedad, esta no debe imponerse.

Fadela Chaib, portavoz de la organización, afirmó antes los medios que, “en general, la OMS se opone a cualquier vacunación obligatoria”, aunque debe “explicársele a la población general cómo funcionan las vacunas y lo importantes que son”.

Acto seguido, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó en un artículo como “inconcebible” que las compañías farmacéuticas que están produciendo vacunas contra la covid-19 tengan “beneficios récord” mientras “tantas personas siguen desprotegidas”.

“No estoy en contra de que se incentive al sector privado para que fabrique nuevos productos, ni mucho menos. Me encantaría que tuvieran éxito para que las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas de nueva generación se desarrollaran rápidamente y fueran bien recompensados. Pero es inconcebible que algunas empresas productoras de vacunas estén reportando beneficios récord, y que algunos países estén ofreciendo dosis de refuerzo, mientras que tantas personas siguen desprotegidas”, escribió en la revista Time.

Tedros ha vuelto a reclamarles a las compañías farmacéuticas que compartan tanto la patente, como la tecnología y los conocimientos técnicos de sus vacunas contra la covid-19, para “avanzar más rápido” en la lucha contra la pandemia.

“Poco gana un pequeño número de empresas con grandes beneficios si el mundo sigue perdiendo billones de dólares por entrar y salir de las severas restricciones a sus poblaciones”, argumentó.

En su artículo, Tedros critica la desigualdad en el acceso a las vacunas e insiste en pedir una moratoria para las dosis de refuerzo. “Hasta la fecha, 10 países han administrado más del 75 % de las vacunas del mundo, mientras que los países de bajos ingresos han recibido poco más del 1 %, lo que no es suficiente para vacunar completamente a sus trabajadores sanitarios, a las poblaciones de mayor edad y a otras personas con mayor riesgo de enfermedad grave y muerte”, ha esgrimido.

A pesar de esta “flagrante desigualdad”, recuerda que algunos países ricos han anunciado planes para administrar dosis de refuerzo a poblaciones que ya han recibido un ciclo completo de vacunación.

“Esto no solo es éticamente objetable, si se tiene en cuenta los cientos de millones de personas que aún no han recibido ni una sola dosis en los países más pobres del mundo, sino que todavía se están recopilando los datos científicos que respaldan una medida tan importante, que tendrá efectos dramáticos en el suministro mundial de vacunas”, ha sostenido.

Así, ha denunciado que la pandemia “cada vez más tiene dos vías marcadamente diferentes”: “Los países con una alta cobertura están viendo una disociación de casos y muertes, mientras que los países que no pueden acceder a las vacunas están viendo cómo un alto número de casos va acompañado de un fuerte aumento de la mortalidad”.

Por estos motivos, la OMS ha pedido una moratoria mundial de las vacunas de refuerzo contra la covid-19, al menos hasta finales de septiembre, para poder avanzar hacia la vacunación de al menos el 10 % de la población de cada país. “Hasta ahora, poco más de la mitad de los países del mundo ha alcanzado ese objetivo, casi todos ellos de renta alta y media-alta o productores de vacunas”, ha manifestado Tedros.

*Con información de Europa Press.