La variante delta del coronavirus mantiene en estado de alerta a las autoridades sanitarias del mundo debido a su expansión, aunque no se trata de la única que genera preocupación ya que circulan además la alfa, la beta y la gamma, originarias de varias regiones del mundo como Sudáfrica, el Reino Unido y Brasil.
El incremento de los contagios se da paralelamente a las dificultades por la vacunación, especialmente, en países con menos recursos, pero también porque se comienza a aplicar una tercera dosis para el control, especialmente, de la variante delta que se ha convertido en predominante y que es de fácil contagio.
A la par de esas dos preocupaciones, los científicos también siguen con detenimiento el incremento de esos casos por las nuevas cepas para determinar, así mismo, cuáles deben ser los principales cuidados que se deben adoptar para evitar el contagio, más allá de una tercera dosis de la vacuna.
En ese sentido, expertos de Austria y Suiza determinaron que se deben adoptar algunas medidas junto con la vacunación para evitar la propagación de las variantes, especialmente la delta.
Así lo señalan en un estudio que fue publicado por la revista Scientific Report, el cual se basa en proyecciones matemáticas y que permitió determinar que además de las vacunas, es necesario mantener otras acciones preventivas como el uso de tapabocas y el distanciamiento social.
Para los científicos, el relajamiento de las medidas de bioseguridad podría haber sido la razón del incremento de los casos de contagio con las nuevas cepas, por lo que deberían mantenerse o volver a ellas y evitar los riesgos.
“Como se esperaba, encontramos que una tasa rápida de vacunación disminuye la probabilidad de aparición de una cepa resistente. Contrariamente a la intuición, cuando se produjo una relajación de las intervenciones no farmacéuticas en un momento en que la mayoría de las personas de la población ya habían sido vacunadas, la probabilidad de aparición de una cepa resistente aumentó considerablemente”, señalaron los autores del estudio.
Agregaron que “los formuladores de políticas y las personas deberían considerar mantener intervenciones no farmacéuticas y comportamientos de reducción de la transmisión durante todo el período de vacunación”.
Entre los autores del análisis se encuentran Simón A. Rella, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria, junto a Emmanouil T. Dermitzakis, del Departamento de Medicina Genética y Desarrollo, Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra, Suiza.
Entre tanto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), ante el incremento de los casos de contagios con la variante delta en los Estados Unidos, revisaron sus directrices para el uso de tapabocas en interiores.
La decisión contradice su propia recomendación emitida hace apenas dos meses, cuando señaló que la gente completamente vacunada ya no tenía que utilizar las mascarillas en espacios públicos cerrados, incluyendo campamentos de verano y escuelas.
Para echar para atrás esa decisión, tuvieron en cuenta estudios que señalan que el virus puede prosperar en las vías respiratorias de las personas vacunadas.
“Una nueva investigación mostró que las personas vacunadas infectadas con la variante delta portan enormes cantidades del virus en la nariz y la garganta”, indicó la directora de los CDC, Rochelle Walensky.
De hecho, un documento interno de ese organismo indica que la variante delta es más transmisible que los virus que causan MERS, SARS, Ébola, el resfriado común, la gripa estacional y la viruela.
Debido al aumento de los contagios con la nueva cepa, los científicos advirtieron que se presenta una fase peligrosa de la pandemia, ya que la tercera ola crea un caldo de cultivo fértil para variantes más infecciosas y potencialmente resistentes a las vacunas.
“Nos ha sorprendido más de una vez por la evolución de las variantes, aunque tal vez no deberíamos habernos sorprendido porque el virus se trasladó recientemente a los seres humanos y todavía se está adaptando a sus nuevos huéspedes. Hemos sido honrados por este virus antes y nadie puede predecir con seguridad lo que sucederá en el futuro”, aseguró, por su parte, el profesor de genómica microbiana en Universidad de Birmingham en el Reino Unido, Nick Loman.
De acuerdo con los reportes de la Organización Mundial de la Salud, OMS, los contagios en todo el mundo han aumentado a un promedio de 540.000 por día y un promedio de casi 70.000 muertes semanales.
“Estamos tratando de entender por qué delta es más transmisible. Algunas de las mutaciones permiten que el virus se adhiera a la célula más fácilmente y, por lo tanto, la infecte”, señaló la líder técnica de covid-19 de la OMS, Maria Van Kerkhove.
Se ha establecido, según los estudios de diferentes agencias internacionales, que delta es aproximadamente dos veces más transmisible que la variante Alpha registrada por primera vez en Inglaterra, que en sí misma era un 40% más infecciosa que las formas anteriores del virus detectadas por primera vez en China.