En días pasados fue detectada en Sudáfrica una nueva variante del virus de la covid-19, la cual fue denominada ómicron y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la calificó como “un riesgo muy alto”.
El hecho llevó a que varios países tomaran la decisión de cerrar sus fronteras, pues aún existen dudas sobre el alcance que puede tener esta cepa, respecto a su nivel de contagio y a la agresividad.
Los países que implementaron estas medidas y restringieron el acceso a los visitantes de otros países, fueron:
Israel, que prohibió desde el domingo la entrada a su territorio de ciudadanos extranjeros con la esperanza de frenar la propagación de la nueva variante del coronavirus ómicron, con un caso ya confirmado en el país, según anunciaron las autoridades.
“La entrada de ciudadanos extranjeros en Israel está prohibida salvo en casos aprobados por un comité especial”, anunció la oficina del primer ministro.
Los ciudadanos israelíes vacunados deberán presentar un test PCR negativo y someterse a cuarentena durante tres días, medida extendida a siete días para los no vacunados, precisa el comunicado.
Japón endurecerá sus limitaciones de entrada con 10 días de aislamiento para todos los llegados del sur de África. Tailandia prohibirá su entrada a partir de diciembre y Corea del Sur aplicará restricciones de visados y una cuarentena a partir del domingo.
Estados Unidos también anunció la restricción de la entrada a su territorio de viajeros provenientes del sur de África, mientras Canadá, Brasil y Arabia Saudita también adoptaron restricciones.
Por su parte, la Unión Europea recomendó recientemente suspender los viajes provenientes de Sudáfrica y de otros seis países de la región.
Finalmente, Reino Unido anunció hace unos días que exigirá como requisito para ingresar al país una prueba PCR: “Tenemos que establecer un nuevo régimen de pruebas”, dijo el primer ministro Boris Johnson en una conferencia de prensa. “Pediremos a cualquier persona que entre al Reino Unido que pase una prueba PCR” dos días después de su llegada “y que se aísle hasta que tenga el resultado”.
OMS critica las restricciones del mundo frente a África tras variante ómicron
Como si fuera el inicio de la pandemia, así está África tras la aparición de la nueva variante de coronavirus B.1.1.529, que desató una oleada de efectos en todo el mundo, denominada ómicron.
Ahora las autoridades sanitarias de varias partes del mundo, como Europa, decidieron imponer duras restricciones para contener los contagios, como restringir los viajes provenientes de África, algo con lo que no está de acuerdo la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque el organismo mundial se pronunció al respecto y afirmó que la variante representa “un riesgo muy elevado” para el mundo, y aseguró que hay todavía muchas incógnitas sobre esta, especialmente sobre el peligro real que representa, lo cierto es que advirtió que las restricciones “imponen una pesada carga en las vidas y en los medios de vida”.
“Si se implementan restricciones, no deberían ser innecesariamente invasivas o intrusivas y deberían estar basadas en la ciencia, de acuerdo con las Regulaciones Internacionales de Salud (2005) que son de obligado cumplimiento”, señala la OMS en un comunicado.
Por su parte, la directora de la oficina de la OMS para África, Matshidiso Moeti, reconoció la “rapidez y la transparencia de los gobiernos de Sudáfrica y de Botsuana” a la hora de “informar al mundo” de esta nueva variante.
“La OMS está con los países africanos que han tenido el coraje de compartir con valentía información de salud pública que salva vidas, ayudando a proteger al mundo contra la expansión de la covid-19″, añadió.
No obstante, insistió en decir que “con la variante ómicron ya detectada en varias regiones del mundo, poner restricciones de viaje enfocadas en África ataca la solidaridad global”.