La variante ómicron se identificó inicialmente en noviembre de 2021 en Sudáfrica y Botswana, así como en una muestra de un viajero de Sudáfrica en Hong Kong. Desde entonces, se ha detectado en varios territorios a nivel mundial.
Esta variante parece ser mayormente infecciosa debido a que ya ha superado a delta en unas semanas en varios países y áreas metropolitanas.
De acuerdo con los expertos, los primeros informes han proporcionado evidencia de un amplio escape inmunológico y una reducción de la eficacia de la vacuna. Este nuevo estudio se encargó de investigar la actividad neutralizante y de unión de sueros de individuos convalecientes, con ARNm doblemente vacunados, reforzados con ARNm y convalecientes con doble vacunación.
La actividad neutralizante de sueros de participantes convalecientes y doblemente vacunados fue indetectable a muy baja contra ómicron mientras que la actividad neutralizante de sueros de individuos que habían estado expuestos a picos tres o cuatro veces se mantuvo, aunque a niveles significativamente reducidos.
De acuerdo con los resultados que arrojó la investigación, la inmunidad contra la variante ómicron del coronavirus disminuye con las vacunas Moderna y Pfizer, pero no tanto como después de una infección natural.
Los expertos afirman que sus hallazgos muestran la necesidad de vacunas que protejan específicamente contra la variante ómicron. El estudio realizado por la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí de Nueva York, analizaron la sangre de personas que habían sido vacunadas en su totalidad o con el refuerzo de Moderna o Pfizer, así como la sangre de personas que se habían recuperado de la covid-19.
Las pruebas se realizaron en placas de laboratorio pero los investigadores afirmaron que el experimento reproduce las condiciones de la vida real debido a que se utilizaron virus vivos.
Para este estudio los expertos buscaron lo que se conoce como anticuerpos neutralizantes, las cuales son una estructuras del sistema inmunológico que pueden adherirse al virus e impedir que infecte las células.
“En las 85 muestras, la reducción de la neutralización de ómicron fue superior a 14,5 veces”, en comparación con la variante beta y la cepa original, afirmaron en los hallazgos.
“De hecho, el 16,5 % de las muestras perdió toda la actividad neutralizadora contra ómicron”. Eso incluía casi tres cuartas partes de las muestras de sangre de personas que se habían recuperado de infecciones.
En el caso de la sangre de las personas que recibieron dos dosis de la vacuna de Pfizer se produjo niveles de neutralización de anticuerpos que fueron 23 veces menores contra ómicron que contra la cepa original del virus, y los niveles de anticuerpos de las personas que recibieron la vacuna de Moderna fueron 42 veces menores.
En el caso de las personas que recibieron dosis de refuerzo, la actividad de neutralización fue 7,5 veces menor para la vacuna de Pfizer y 16,7 veces menor para la de Moderna según analizó CNN.
En conclusión el estudio señaló que la protección de los anticuerpos se correlaciona con la protección en la vida real, pero no mide la protección a largo plazo contra la enfermedad grave y la muerte que proporciona un tipo de protección de crecimiento más lento y más duradero: las células inmunitarias llamadas células T.