Un estudio publicado por el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (INS, por sus siglas en inglés) ha logrado determinar que las personas que tienen covid-19 en la nueva ola de contagios, en Sudáfrica, tienen 80 % menos de probabilidades de ser hospitalizados si contraen la variante ómicron, en comparación con otras cepas.
El estudio que ha estado bajo la dirección de las científicas Nicole Walter y Cheryl Cohen sostiene que luego de que una persona ingrese al hospital, el riesgo de enfermedad grave no difiere de otras variantes.
De acuerdo con cifras compartidas por el canal internacional Bloomberg, al comparar las infecciones delta en Sudáfrica entre abril y noviembre con las infecciones por ómicron, se estima que hay 70 % menos de riesgo grave tras el contagio, estos datos fueron adquiridos para la investigación.
Desde el pasado mes de noviembre científicos de Sudáfrica dieron a conocer la aparición de una nueva variante del coronavirus que lleva el nombre de ómicron, a raíz de esto, el ómicron se expandió por todo el país del continente africano.
Teniendo en cuenta datos compartidos por la publicación médica en MedRxiv, las autoras del estudio ajustaron varios factores de confusión que podrían influir en los resultados: la edad, el sexo y la reinfección. Asimismo, para la gravedad de la enfermedad después de la admisión, también ajustaron la presencia de otras enfermedades y la inmunización previa.
Uno de los hallazgos añadidos a la investigación señala que las personas que se han contagiado con la nueva variante pueden adquirir cargas virales -concentración del virus- más altas.
La importancia que tiene este estudio radica en que, actualmente, científicos del mundo trabajan por encontrar y analizar detalladamente la variante ómicron, por lo que este es un hallazgo ‘nuevo’ para la población, aunque, para Paul Hunter, profesor de medicina en la Universidad de East de Reino Unido, “el uso de los llamados controles históricos cuando se compara con las infecciones delta entre abril y noviembre, significa que su resultado puede estar sesgado por cuestiones de tiempo”.
“Entonces, aunque los casos de ómicron tenían menos probabilidades de terminar en el hospital que los casos de delta, no es posible decir si esto se debe a diferencias inherentes en la virulencia o si esto se debe a una mayor inmunidad de la población en noviembre en comparación con antes en el año“, añadió Hunter.
En efecto, Nicole Walter y Cheryl Cohen comparten los mismos argumentos relacionados con las limitaciones que expresó el profesor de medicina más, sin embargo, mencionan que es necesario abordar a mayor profundidad estos temas determinantes para el mundo.
Ómicron se ha detectado por lo menos en 95 países, según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades, y amenaza con expandirse en más territorios.
Gracias a algunos estudios preliminares se han hecho ciertas conclusiones de sus posibles efectos a nivel global; sin embargo, se espera que más adelante se pueda responder con total seguridad las preguntas que se ha hecho la sociedad sobre cuál es su nivel de transmisibilidad, qué tan bien funcionan las vacunas o si una infección previa de covid protege de una infección, transmisión, enfermedad grave o muerte.
Por ahora, la Organización Mundial de la salud (OMS) ha dicho que ómicron puede propagarse más rápido que delta. Además, en los países que se ha detectado, los casos se duplican entre 1,5 y tres días.
No es un secreto que, posiblemente, se presentará un mayor número de contagios de la nueva variante tras las celebraciones de fin de año. Por eso, para el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, es mejor cancelar las celebraciones ahora “y celebrar la vida mañana”, que “celebrar hoy y estar de luto mañana”, señaló en una rueda de prensa en Ginebra con el objetivo de generar conciencia, durante estas fechas, para la población mundial.