En medio del creciente aumento de contagios por la covid-19 en el mundo, entre otras, a causa de la variante ómicron, el pasado 8 de enero sorprendió al mundo una nueva variante que puede llegar a encender, aún más, las alarmas mundiales por el peligro que esta representaría.
Las autoridades sanitarias de Chipre, país donde se detectó la anomalía, informaron en ese momento 25 personas infectadas con lo que sería la combinación entre la variante delta y ómicron, que se denominó “deltacron”. El nuevo linaje habría sido descubierto por un grupo de investigadores científicos del laboratorio de biotecnología y virología molecular de la Universidad de Chipre.
“Actualmente, hay coinfecciones de ómicron y delta. Hemos hallado una variante que es una combinación de ambas”, informó Leondios Kostrikis, jefe del equipo científico de la universidad, a la cadena Signa TV, anunciando los hallazgos científicos y declarando que, dadas las relaciones entre las dos variantes, con la genética de la ómicron y los genomas de la delta, había decidido nombrar a la nueva variante así.
“Hemos encontrado un número importante de mutaciones que solo se habían hallado anteriormente en los casos de ómicron, que es diferente de otras variantes ya que tiene 30 mutaciones. Diez de ellas se identificaron en estas muestras tomadas en Chipre”, continuó resaltando Kostrikis, en medio de una rueda de prensa, haciendo referencia a una de las preocupaciones actuales de la ómicron: sus múltiples mutaciones, lo que la convierte en una de las más transmisibles.
Posteriormente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió no usar palabras como deltacrón o flurona para hablar de la covid-19 por la inexactitud de estas con la pandemia.
Así lo puso de manifiesto la doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS, en su perfil en redes sociales, concretamente en Twitter, en el que ha manifestado que esos términos “implican combinación de virus o de variantes y esto no está ocurriendo”.
“No usemos palabras como deltacrón, flurona o flurone, por favor. Estas palabras implican una combinación de virus/variantes y esto no está sucediendo. Es probable que deltacrón sea una contaminación durante la secuenciación, SARS-CoV-2 continúa evolucionando y consulte la coinfección por gripe”, manifestó.
Pero, en rueda de prensa desde Ginebra, la doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS, confirmó la existencia de esta nueva mutación.
“Tenemos conocimiento de esta recombinación. Es una combinación de Delta AY.4 y Ómicron BA.1. Se ha detectado en Francia, Países Bajos y Dinamarca, pero a niveles muy bajos. Esta recombinación era de esperar”, dijo Van Kerkhove, de acuerdo con Infobae.
No obstante, hasta el momento no se ha descubierto “ningún cambio en la epidemiología ni en la gravedad. Pero hay muchos estudios en marcha”.
Al margen de esta nueva variante, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha mostrado su preocupación porque “varios países están reduciendo drásticamente las pruebas” diagnósticas sobre la covid-19.
“Esto inhibe nuestra capacidad para ver dónde está el virus, cómo se está propagando y evolucionando. Las pruebas siguen siendo una herramienta vital en nuestra lucha contra la pandemia, como parte de una estrategia integral”, insistió.
Al respecto, advirtió que “muchos países de Asia y el Pacífico se enfrentan a un aumento de casos y muertes por la covid-19″. “El virus sigue evolucionando y seguimos enfrentándonos a grandes obstáculos para distribuir vacunas, pruebas y tratamientos en todos los lugares donde se necesitan”, apuntó.
Por otra parte, Tedros recordó que este viernes 11 de marzo se cumplen dos años desde que se declaró la pandemia. “Dos años después, más de 6 millones de personas han muerto. Aunque los casos de la covid-19 notificados y las muertes están disminuyendo en todo el mundo, y varios países han levantado las restricciones, la pandemia está lejos de terminar, y no terminará en ninguna parte hasta que termine en todas partes”, concluyó.
*Con información de Europa Press.