La guerra que emprendió Rusia contra Ucrania hace más de mes y medio está causando efectos colaterales en diferentes ámbitos. Actualmente se mantiene paralizado el proceso de aprobación de la vacuna rusa Sputnik V ante la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así lo confirmó este jueves desde Washington el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien admitió que todavía no han comenzado siquiera el proceso de revisión para verificar cuál es la eficacia y la seguridad del medicamento, que se ha usado masivamente en países latinoamericanos como Venezuela, Argentina, Bolivia, Honduras, Nicaragua, Guatemala y México.
“Se supone que el equipo de inspección iba a ir –a Rusia– unos días antes de la invasión, y no hay manera de que podamos proceder ahora”, indicó el titular de la OMS, en una rueda de prensa en Washington, acompañado por el secretario estadounidense de Salud, Xavier Becerra.
Según el Fondo de Inversión Directa de Rusia (FIDR), la Sputnik V está autorizada en 70 países. Sin embargo, la vacuna rusa no ha sido aprobada aún por la OMS, lo que significa que en diversos casos el certificado de inmunización con este medicamento no sirve para viajar a los países de la Unión Europea o a Estados Unidos y Canadá.
Desde diciembre del año pasado, el gobierno ruso se había mostrado confiado en la posibilidad de que la OMS aprobara su vacuna, pero en el camino se atravesaron la guerra y las sanciones económicas y diplomáticas que han castigado con fuerza al Kremlin en los últimos dos meses.
De hecho, el jefe de la OMS y el secretario de Salud de Estados Unidos también hablaron de la situación en Ucrania y de los mecanismos para mantener en pie el sistema de salud del país europeo.
El director general de la OMS afirmó que se han registrado 103 ataques contra centros sanitarios en Ucrania, que han dejado al menos 73 muertos y 51 heridos, incluidos pacientes y trabajadores sanitarios.
“Los ataques contra centros sanitarios son una violación del derecho internacional humanitario”, reprochó Tedros, quien aseguró que la comunidad internacional ha enviado 180 toneladas de medicinas al país.
Por otra parte, Guatemala busca rescindir un contrato vigente con Rusia para la compra de cuatro millones de dosis de vacunas anticovid Sputnik Light, debido a los problemas de envío por la guerra con Ucrania, dijo el presidente Alejandro Giammattei, reseñó la agencia de noticias AFP.
Guatemala tiene un contrato con Rusia con el “compromiso” de adquirir cuatro millones de dosis de Sputnik Light en cuanto obtenga el registro de emergencia por parte de la Organización Mundial de la Salud, indicó en febrero el ministro de Salud de Guatemala, Francisco Coma.
Sin embargo, Giammattei informó este 8 de abril que además pretenden anular el contrato porque las autoridades sanitarias locales no dieron el aval para el uso de esa vacuna, como lo exige la legislación en Guatemala. “No podemos utilizar Sputnik Light”, precisó.
El contrato es parte de una primera compra que el país centroamericano hizo al Fondo de Inversión Directa de Rusia de ocho millones de dosis de la vacuna Sputnik V, por un costo de unos 79,6 millones de dólares.
La compra original era de 16 millones de dosis, pero ambas partes pactaron que solo se cumpliera con la mitad del pedido ante el retraso de las entregas que provocaron duras críticas contra Giammattei, incluso señalamientos de corrupción.
Un millón de dosis de Sputnik V llegaron a Guatemala en febrero a su fecha de vencimiento y no pudieron ser utilizadas. Las autoridades guatemaltecas culparon a los grupos antivacunas que generan desinformación sobre los inmunizantes, pero diputados opositores denunciaron deficiencias del gobierno en el proceso para trasladar los inmunizantes a los centros de vacunación y fallas en la estrategia de comunicación.
*Con información de Europa Press y AFP.