El pasado 7 de enero el virólogo Leondios Kostrikis anunció que su equipo de investigación de la Universidad de Chipre, en Nicosia, había identificado varios genomas del SARS-CoV-2 que presentaban elementos de las variantes delta y ómicron.

Tras conocerse la noticia, varios científicos señalaron por medio de redes sociales que esta no era una nueva variante ni el resultado de una combinación de virus, sino que se podría tratar de una contaminación del laboratorio de la universidad donde hicieron el hallazgo.

“No existe deltacron, al igual que no existe flurona”, tuiteó Krutika Kuppalli, especialista en enfermedades infecciosas de la OMS. “Ómicron y delta no formaron una supervariante. Esto es posiblemente fruto de la secuenciación (contaminación de laboratorio de fragmentos de ómicron en un espécimen delta)”, señaló la experta.

La prestigiosa revista Nature señaló que la hipótesis de Kostrikis, en un primer momento, era que algunas partículas del virus delta habían desarrollado mutaciones independientes en el gen de la espícula, similares a las comunes en ómicron; pero otros científicos que trabajan en secuenciación genética y covid-19 señalaron que podía tratarse de un simple error de laboratorio.

Cabe resaltar que aunque algunos investigadores aplauden el sistema para detectar rápidamente un posible error de secuencia, otros advierten que este caso demuestra el peligro que supone la difusión de información errónea o fake news durante la pandemia.

Mientras tanto, la variante confirmada ómicron ya alcanza el 70 % de casos de contagio en la Unión Europea.

El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha actualizado la situación epidemiológica de SARS-CoV-2 y ha determinado que la variante ómicron ya se ha identificado en todos los países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo (UE/EEE).

En este sentido, añade, que desde el 20 de diciembre de 2021 hasta el pasado 9 de enero de 2022, 23 países de la UE/EEE registraron un volumen de prevalencia de ómicron del 69,4 %, lo que supone un aumento del 20 % respecto a la semana anterior.

Los países en los que ómicron se ha convertido en la variante dominante, que representa más del 50 % de los virus secuenciados, incluyen a Austria (95,4%), Bélgica (99,7 %), Chipre (93,9 %), Chequia (66,7 %), Dinamarca (98,8 %), Finlandia (99,9%), Francia (90,8%), Alemania (62,5%), Grecia (85,6%), Hungría (64,7%), Islandia (90%), Irlanda (89,2%), Italia (81%), Liechtenstein 88,5%), Lituania (40,5%, finales de 2021), Luxemburgo (89,6%), Malta (99,3%), Países Bajos (95,3%), Noruega (93,8%), Portugal (86,3%)Eslovenia (67%), España (87,4%) y Suecia (91,8%).

Por otro lado, los países en los que ómicron está presente pero aún no es dominante incluyen a Bulgaria (43,5%), Croacia (no hay proporción nacional disponible), Estonia (45,8%), Letonia (5,8%), Polonia (26,2%), Rumanía (37,8%) y Eslovaquia (29,9%).

Durante la primera semana del 2022, se han notificado grandes aumentos (20% o mas) en el número de casos en Bulgaria, Chipre, Chequia, Estonia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Malta, España y Suecia.

En concreto, las personas que más se han contagiado de esta variante durante la primera semana del año tienen una media de edad de 30 años, el 50 % eran hombres y personas de más de 60 años solo han supuesto el 7 % de los contagios.

En total ha habido 111.946 casos de ómicron en los países de la UE/EEE con datos completos sobre el estado de los síntomas, 84 662 (76 %) casos se notificaron como sintomáticos y 27 284 (24 %) como asintomáticos. Entre los casos de Ómicron con resultados conocidos, 884 (1,14 %) fueron hospitalizados, 120 (0,16 %) requirieron admisión en la UCI/asistencia respiratoria y 48 (0,06 %) fallecieron.

Con información de Europa Press.