La nueva variante ómicron del coronavirus ha generado un sinfín de reacciones en organismos de control, médicos y especialistas que han advertido su rápida incidencia y propagación. En efecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la clasificó como la variante B.1.1.529, consideró que es preocupante después de que su Grupo Consultivo Técnico indicara que presenta varias mutaciones y podría agravar los síntomas de la covid-19.
Ante la nueva ola de contagios de este coronavirus que está viviendo el mundo, la cuarta desde su aparición, y ante las medidas de prevención que se están adoptando a nivel global, el 19 de enero la organización que promociona la salud compartió un informe epidemiológico en el cual se establece que el 71 % de los casos de contagio por covid-19 en el mundo corresponde a la variante ómicron.
B.1.1.529, que apareció en el continente africano a finales del año pasado, ya ha sido catalogada como dominante en diferentes territorios.
Uno de los estudios de caso que los expertos han analizado fue de datos reportados por la Asociación Nacional de Baloncesto de los Estados Unidos. Este conglomerado suele realizar pruebas PCR persistentemente a cada una de las personas, tanto jugadores como empleados, de la organización. Se encontró que los contagiados por ómicron tenían una carga viral menor que los infectados por la variante delta.
“Estos resultados sugieren que la ‘infecciosidad’ de ómicron no puede explicarse por una mayor carga viral medida en la nariz y la boca por PCR”, sostiene el texto que estuvo bajo la investigación de Yonatan Grad y su grupo de trabajo.
Esto significa que, si la persona se contagio con la covid-19 y transmitió el virus a otros sujetos con quienes tuvo contacto, no se puede considerar que haya sido por la carga viral que, posiblemente, tiene en la nariz y en la boca.
¿Entonces? Esta transmisión puede ocurrir porque la propagación de ómicron evade “la inmunidad causada por una vacunación o una infección pasada”. Por esa razón, aunque una persona ya tenga el esquema completo de inmunización, no está exenta de contraer el virus con la variante, dice una publicación de la revista Nature, con información de Emily Bruce.
Por su parte, el estudio de Grad y su equipo sostiene que, a pesar de que hayan pasado cinco días después de contraer el virus, la mitad de los sujetos analizados podría infectar a otros. En esa medida, el aislamiento preventivo debería seguir prevaleciendo.
Y sin embargo, las medidas de aislamiento dependen de cada país. Por ejemplo, Colombia tiene previsto que si una persona está contagiada o experimenta los síntomas de la covid-19 debe permanecer siete días aislado. En contraste, en los Estados Unidos el tiempo de aislamiento corresponde a cinco días para pacientes asintomáticos.
Independientemente de estas realidades, a partir de su estudio, los especialistas e investigadores no descartan la idea de replantear las consideraciones que se están efectuando para cumplir una cuarentena. Precisamente porque se están presentando reportes que indican una alta cifra de contagios y muertes por coronavirus en el globo terráqueo.
Por otro lado, el estudio presentado por la OMS considera que la vacunación sí previene el contagio e incluso puede eliminarlo por completo, aunque considera necesario recalcar que la situación aún no está controlada y por ello insiste en mantener la recomendación del uso permanente del tapabocas y del lavado de manos de manera frecuente.
Varios estudios han determinado que ómicron tiene mayor probabilidad de contagio en comparación con variables como delta. Actualmente se está trabajando en comprender a mayor profundidad la nueva, que ratificó ante el mundo que la covid-19 aún no ha terminado.