El primer ministro de Portugal, António Costa, anunció este jueves 25 de noviembre que el país volverá al estado de emergencia sanitaria a partir del primero de diciembre como consecuencia del aumento significativo de nuevos contagios de coronavirus. En 14 días recientes ese país ha registrado una incidencia de 251 casos por cada 100.000 habitantes.
El anuncio del primer ministro implica nuevamente la obligatoriedad de usar mascarillas en espacios cerrados y presentar certificados de vacunación o pruebas negativas de coronavirus para poder acceder a bares, restaurantes, espacios de ocio y eventos deportivos. Las medidas también incluyen control sobre las fronteras aéreas, como recoge Europa Press.
“Estamos mejor que la mayoría de los países europeos, pero no estamos tan bien como queremos estar. Por eso, este es el momento adecuado para comenzar a adoptar nuevas medidas, entre las cuales también está optar por el teletrabajo, siempre que se pueda, y realizarse autopruebas de coronavirus”, agregó António Costa.
Estas nuevas medidas están previstas hasta febrero del próximo año, con una semana de contención desde el 2 al 9 de enero de cara a la vuelta a las aulas un día después, en la que el teletrabajo será obligatorio y las discotecas permanecerán cerradas para prevenir aumento de contagios.
Aunque la situación sanitaria en Portugal ha empeorado, tal y como ha reconocido Costa, destaca que podría haber sido peor si los portugueses no hubieran respondido tan bien como lo han hecho a la campaña de vacunación y por ello ha agradecido ese “esfuerzo y elevadísimo sentido cívico” que han mostrado sus compatriotas.
“Ser los más vacunados tiene consecuencias beneficiosas para todos nosotros. Gracias a una mayor vacunación, Portugal tiene un menor número de hospitalizados de los que se han registrado en otros países en unidades de cuidados intensivos y, sobre todo, ha habido menos muertos, lo que significa que la vacunación ha salvado vidas”, agregó el primer ministro portugués.
El balance diario de la pandemia en Portugal ha rebasado por segundo día consecutivo los 3.000 positivos, después de que el pasado miércoles 24 de noviembre se registrasen los peores datos desde finales de julio y en pleno debate sobre la necesidad de adoptar nuevas restricciones que permitan contener la tendencia al alza de los contagios.
Actualmente, la pandemia ha causado la muerte de al menos 5,1 millones de personas a nivel global desde su aparición en China a fines del año 2019, mientras que Estados Unidos, con más de 770.000 muertos, sigue siendo la nación con más decesos por cuenta de la emergencia sanitaria.
Portugal, que acumula más de 1,1 millones de positivos desde el inicio de la pandemia y se acerca ya a los 50.000 casos activos. La cifra de fallecidos en ese país se ha actualizado con 15 muertes más, mientras que los enfermos ingresados en unidades de cuidados intensivos son más de un centenar.
La región de Lisboa y Valle del Tajo, con 1.096 contagios adicionales, son las zonas más afectadas por la ola de contagios, según los más recientes reportes, por delante de la zona Norte, donde la Dirección General de Salud ha registrado otros 696 positivos, y de la parte Centro, donde se han notificado otros 696.
El Gobierno de Portugal ha recordado en estos últimos días la importancia de no bajar la guardia y seguir avanzando en la campaña de vacunación, si bien quedan por aclarar las medidas que adoptará el Ejecutivo de António Costa para contener la expansión del virus. Las autoridades han descartado un nuevo confinamiento, asumiendo que la situación no es tan peligrosa como en olas anteriores.
*Con información de Europa Press.