La comunidad científica continúa al paso de la pandemia del coronavirus y no solo se ha enfocado en buscar tratamientos o curas a la enfermedad. También está buscando simplificar un proceso que seguro será indispensable por una gran cantidad de meses: las pruebas para detectar el virus.
La farmacéutica holandesa Breathomix tiene en fase de estudio la prueba SpiroNose, una prueba de covid-19 “por aliento” parecida a una prueba de alcoholemia que disminuye los tiempos de detección del SARS-CoV-2 y que se perfila como un método efectivo para la identificación temprana de la enfermedad en eventos masivos.
El nuevo test está siendo probado en Singapur y de acuerdo con los análisis que está estudiando la Universidad Nacional de Ohio, sus facultades son aptas para que se solicite la autorización ante la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos.
Este desarrollo está a la vanguardia de lo que ahora piden las autoridades sanitarias de los países y también los ciudadanos, que por una u otra razón no han podido acceder a la vacuna contra la covid-19: pruebas rápidas.
Sin embargo, uno de los principales obstáculos con los que luchan los científicos es que los gases liberados por el cuerpo humano a través del aliento dependen también de su alimentación. El aliento de una persona que padece diabetes suele ser diferente al de una persona que no tiene la enfermedad o que tiene otro tipo de patología.
Cristina David, de la Universidad de California, dijo a los medios internacionales que “las exhalaciones son una fuente potencial de diagnóstico es muy antigua” y que la medicina tradicional china también hace referencia a los olores como forma para orientar el diagnóstico médico.
La firma holandesa, durante 2020, recolectó muestras de 98 pacientes que tuvieron que ir a un hospital por problemas respiratorios, recopilando su aliento en tubos desechables y extrayendo la muestra. El 31 % de los análisis resultaron positivos.
PCR Variant: así funciona la nueva prueba que detecta las variantes del coronavirus
La firma Ascires Sistemas Genómicos, laboratorio del grupo español Cetir Ascires, desarrolló una prueba que no solo arroja el resultado de la muestra de SARS-CoV-2, sino que puede identificar el tipo de variante con la que la persona está contagiada, un paso relevante para un momento en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que las variantes del virus podrían restar el efecto de la vacunación masiva.
“Desde la perspectiva médica, conocer la variante que provoca la infección nos proporciona una información muy valiosa, ya que nos permite personalizar la atención clínica. Si se trata de una cepa que se asocia a una mayor gravedad de la enfermedad, podemos intensificar el seguimiento del paciente o establecer un control más riguroso a través de pruebas complementarias de imagen, por ejemplo”, señaló la responsable médica de la clínica Ascires Campanar, Amparo García.
A esto agregó que el avance en la prueba PCR, una de las más fiables según las autoridades desde que inició la pandemia, también podría ayudar a enfocar las atenciones para un menor contagio si se trata de una variante con mayor capacidad de transmisión.
El nuevo test genético permite identificar cinco tipos de variantes: alfa, beta, gamma, delta y delta plus (conocidas respectivamente como británica, sudafricana, brasileña e india, las dos últimas).
Hace algunos días, la OMS actualizó su guía sobre las estrategias de pruebas contra la covid-19 para tener en cuenta una mayor variedad de situaciones en los países, incluida la circulación de más variantes transmisibles y el uso de nuevos tests. Como principal novedad, recomienda que, si se sospecha de una infección por SARS-CoV-2, también debería someterse a pruebas cualquier persona que cumpla la definición de caso sospechoso, “independientemente de su estado de vacunación o de una infección previa por el virus”.
“En la actualidad se dispone de pocas pruebas sobre la medida en que las personas parcial o totalmente vacunadas o previamente infectadas pueden contribuir a la transmisión. Además, existe un riesgo permanente de escape de la vacuna y de reinfección debido a variantes del SARS-CoV-2 con propiedades inmunogénicas alteradas”, detalla la OMS.