Las autoridades sanitarias chinas informaron este martes 15 de marzo que detectaron más de 3.507 nuevos casos de contagio de coronavirus en las últimas 24 horas, aumentando las cifras registradas durante los dos últimos días, lo que representa la peor ola de contagios desde el inicio de la pandemia en 2019 en la ciudad de Wuhan.

La Comisión Nacional de Sanidad confirmó que entre los nuevos positivos hay 3.507 casos de transmisión local y 95 importados. La mayoría de los nuevos contagios, 3.076, se han notificado en la provincia nororiental de Jilin, seguida por Shandong con 106 casos, Shaanxi en el noroeste, Guangdong en el sur, Fujian y Zhejiang en el este del país.

En el gigante asiático se han registrado 1.768 casos asintomáticos, 1.647 de ellos locales. Cabe resaltar que China no clasifica como casos para las estadísticas los casos asintomáticos aunque hayan dado positivo. Desde el comienzo de la pandemia en 2020, un total de 4.636 personas han muerto a causa del virus.

China ha decidido imponer una política draconiana de confinamientos para intentar contener lo que se trataría de una expansión masiva de la enfermedad. En ese sentido, las autoridades decretaron medidas de confinamiento en varias áreas y grandes ciudades del país ante la rápida propagación de contagios.

Hombre que usa una máscara para protegerse contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19). Foto REUTERS/Eloisa Lopez | Foto: REUTERS

Por ejemplo, el pasado 13 de marzo las autoridades chinas pusieron bajo confinamiento a la mayor parte de los 17 millones de habitantes de la ciudad de Shenzhen, en el sur del país y sede de gigantes tecnológicos nacionales como Huawei y Tencent, mientras combaten el peor brote de coronavirus desde el estallido de la pandemia.

La ciudad entró así en estado de cuarentena tras la notificación de 66 nuevos casos de coronavirus y la explosión de la variante ómicron. A partir del lunes, todo el transporte en toda la ciudad y todos los complejos residenciales permanecerán cerrados, según informó el diario estatal internacional chino ‘Global Times’.

Una política “cero covid”

Tras el brote de Wuhan, que marcó el comienzo de la pandemia, China adoptó una política “cero covid” contra el virus, por lo que las autoridades se apresuraron a tomar medidas muy estrictas para evitar su propagación. En los dos últimos años, los brotes apenas han existido gracias a los tests a grandes partes de la población y a los cierres masivos.

Sin embargo, la variante ómicron, detectada en el país por primera vez en enero, ha llevado a China a fortalecer su política restrictiva más lejos de lo pensado. El país ha registrado hasta el momento 114.000 contagios y 4.636 fallecidos desde la declaración de la pandemia.

Los miembros del personal ferroviario que usan equipo de protección personal abandonan un tren de alta velocidad en la estación de tren de Zhangjiakou dentro de un área de circuito cerrado diseñada para prevenir la propagación de la enfermedad COVID-19 en Zhangjiakou, China. Foto REUTERS/Tyrone Siú | Foto: REUTERS

Las autoridades sanitarias del gigante asiático informaron el pasado 13 de marzo del mayor número diario de contagios registrados desde hace dos años: 1.807 casos en esas últimas 24 horas en su parte continental. De las nuevas infecciones locales, 1.412 se registraron solo en la provincia de Jilin.

Estos datos suponen una cifra ínfima en comparación con otros países, ya que el gigante asiático cuenta con una población de 1.411 millones de habitantes. Pero aún así, China ha decidido imponer una política draconiana de confinamientos para intentar contener lo que se trataría de una expansión masiva de la enfermedad.

La condición parece estar deteriorándose en Hong Kong, donde los funcionarios de salud confirmaron el pasado domingo 32.430 casos de covid-19 y 264 muertes, informó el South China Morning Post.

El viernes se impuso un bloqueo en la ciudad nororiental de Changchun después de que se detectaran allí cientos de casos. Las nuevas restricciones solo permiten salir de casa a una persona por hogar para ir de compras. Asimismo, los nueve millones de residentes de la ciudad serán sometidos a pruebas de detección del virus.

*Con información de Europa Press.