El riesgo de que la nueva variante de la covid-19, llamada ómicron y detectada en un principio en Sudáfrica, se expanda por Europa es “de alto a muy alto”, advirtió el viernes la agencia de salud de la Unión Europea (UE).

En un informe de evaluación de riesgos, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) señala que sigue habiendo una “incertidumbre considerable respecto a la transmisibilidad, la eficacia de las vacunas, el riesgo de reinfección y otras características de la variante ómicron”.

“El nivel general de riesgo para la UE y el EEE (Espacio Económico Europeo) asociado a la variante ómicron del SARS-CoV-2 se juzga de alto a muy alto”, según el ECDC.

Puesto que cabe la posibilidad de que las vacunas actuales no protejan contra esa variante y puesto que ómicron podría ser más contagiosa, “juzgamos alta la probabilidad de nuevas llegadas e infecciones a la UE y en el EEE”, indicó la agencia, que tiene sede en Estocolmo.

“En una situación en la que la variante delta está volviendo a la UE y al EEE, el impacto de la introducción y la posible propagación de ómicron podría ser muy alto”, añadió.

Además de detectarse en Sudáfrica, la cepa ómicron ha sido identificada en Malaui, Israel, Hong Kong y Bélgica, país miembro de la UE.

El ECDC exhortó a los países a realizar análisis del genoma rastreando los casos confirmados, y a los viajeros a no visitar las zonas afectadas.

Restricciones

La variante provocó que varios países europeos decidieran este viernes cerrar sus puertas a los viajeros procedentes de varios estados del sur de África, horas antes de detectarse el primer caso en Bélgica.

El primer país en blindarse fue Reino Unido, que anunció el jueves que prohibirá la entrada de personas procedentes de seis países de África: Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Zimbabue, Botsuana y Esuatini (o Suazilandia) a partir del viernes.

Otros países le siguieron los pasos, incluyendo a Francia, Italia, Holanda, Rusia y Suiza, que prohibieron los vuelos procedentes de Sudáfrica y de países vecinos.

Por la tarde, la Unión Europea recomendó imponer restricciones a todos los viajes procedentes de Sudáfrica y de seis países de África austral.

En cambio, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que llamó a esta variante “Omicron” y la clasificó como “preocupante”, recordó el viernes que desaconsejaba “la puesta en marcha de medidas de restricciones a los viajes”.

Estados Unidos afirmó que esperará a tener más datos científicos para tomar una “decisión prudente” sobre una eventual limitación a los vuelos.

Además de detectarse en Sudáfrica, la cepa ómicron ha sido identificada en Malaui, Israel, Hong Kong y Bélgica, país miembro de la UE. | Foto: Gettyimages

En tanto, el ministro de Salud de Sudáfrica, Joe Phaahla, denunció la decisión “injustificada” de varios países de prohibir la entrada a su territorio de viajeros procedentes del sur de África.

“Potencial muy alto de propagación”

La OMS anunció este viernes que harán falta “varias semanas” para entender mejor el “impacto” de esta variante y determinar su virulencia.

La variante B.1.1.529 tiene un número “extremadamente elevado” de mutaciones y “podemos ver que tiene un potencial muy alto de propagación”, avisó el jueves el virólogo brasileño Tulio de Oliveira, basado en Sudáfrica y director del KRISP, un centro especializado en el estudio del coronavirus.

Para la Agencia Europea de Medicamentos, es “prematuro” planificar la adaptación de vacunas a la nueva variante Omicron.

Sudáfrica registró hasta ahora 22 casos de esta variante, según el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles. También se registraron casos en el vecino Botsuana, en Hong Kong y en Israel.

De momento, los científicos sudafricanos no están seguros de que las vacunas actualmente disponibles sean eficaces contra la nueva variante.

Las metamorfosis del virus inicial pueden hacer que este se vuelva más transmisible, e incluso hacer que la nueva cepa acabe siendo la dominante.

“Lo que nos preocupa es que esta variante no solo podría tener una capacidad de transmisión mayor, sino que también podría ser capaz de eludir partes de nuestro sistema inmunitario”, declaró el profesor Richard Lessells, otro investigador.

Cerca del 54% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el covid-19, pero en los países con ingresos bajos, esta proporción es de solo el 5,6%, según el portal Our World in Data. En Sudáfrica, el país más azotado del continente, el 23,8% de la población está completamente vacunada.

Y en Namibia, donde la vacunación avanza muy lentamente, las autoridades podrían verse forzadas a destruir dentro de poco 270.000 dosis de inmunizante, a punto de caducar.

Con información de AFP