Un estudio de la Universidad de Waterloo reveló que los tapabocas quirúrgicos o de tela no detendrían la propagación de la covid-19 en interiores, principalmente debido a problemas de ajuste, ya que filtran alrededor del 10 % de las gotas exhaladas.
Los investigadores de ingeniería de la universidad realizaron experimentos usando un maniquí para simular a una persona sentada respirando en una habitación grande y los estudios mostraron una acumulación significativa con el tiempo de gotas de aerosol (gotas exhaladas tan pequeñas que permanecen suspendidas y viajan por el aire) a pesar del uso de tapabocas quirúrgicos y de tela común.
“No hay duda de que es beneficioso usar cualquier cubierta facial, tanto para protección en las proximidades como a distancia en una habitación. Sin embargo, existe una diferencia muy seria en la efectividad de las diferentes mascarillas cuando se trata de controlar los aerosoles”, dijo Serhiy Yarusevych, profesor de ingeniería mecánica y mecatrónica y líder del estudio.
Por el contrario, los tapabocas N95 y KN95 de mayor calidad y más caras filtraron más del 50 % de los aerosoles exhalados que pueden acumularse en el interior y propagar el virus covid-19 cuando otras personas los inhalan.
En consecuencia, Yarusevych, investigador principal del Laboratorio de Investigación de Mecánica de Fluidos, dijo que la efectividad es mucho mayor en los tapabocas N95 y KN95, en comparación con los tapabocas quirúrgicos y de tela.
“Mucho de esto puede parecer de sentido común. Hay una razón, por ejemplo, por la que los médicos usan máscaras N95, ya que funcionan mucho mejor. La novedad aquí es que hemos proporcionado cifras sólidas y un análisis riguroso para respaldar esa suposición”, señaló el investigador.
Además, los experimentos cuantificaron el impacto de los sistemas de ventilación, que hacen circular y reemplazan el aire en las habitaciones, sobre la acumulación de aerosoles y los investigadores encontraron que incluso las tasas de ventilación modestas eran tan efectivas como las mejores máscaras para reducir el riesgo de transmisión, según el comunicado revelado por la universidad.
“La evidencia muestra que las máscaras de alta calidad y la ventilación adecuada deben usarse en combinación para mitigar la amenaza que representa la acumulación de aerosoles en interiores tanto como sea posible”, dijo Yarusevych.
Sin embargo, es importante resaltar que los tapabocas reutilizables se deben lavar cada vez que se ensucien o al menos diariamente, pero si la persona tiene un tapabocas desechable, debe botarlo luego de haberlo usado una vez.
“Siempre lávese las manos luego de manipular o tocar un tapabocas usado”, señalan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
En el caso de los tapabocas reutilizables, se pueden lavar en la lavadora con el resto de las prendas y se puede seguir usando el detergente común para ropa. No obstante, también puede realizar el lavado a mano con un jabón para ropa.
Respecto al secado, puede secar el tapabocas en la secadora, si la tiene, o puede colgarlo al sol hasta que se seque totalmente. Si no puede colgarlo directamente al sol, cuélguelo o apóyelo de forma plana y déjelo secar por completo.
En el caso de cuál elegir, los CDC recomiendan que los tapabocas tengan dos o más capas de tela lavable y respirable, que cubran completamente la nariz y la boca, y que se ajusten con precisión a los lados de la cara, sin huecos y que tengan una varilla nasal para evitar que el aire se filtre por la parte superior de la mascarilla.
¿Dónde y quiénes deben usar el tapabocas?
1. En el sistema de transporte público y áreas donde haya afluencia masiva de personas (plazas de mercado, supermercados, bancos, farmacias, entre otros).
2. Personas con sintomatología respiratoria.
3. Grupos de riesgo (personas adultas mayores de 70 años, personas con enfermedades cardiovasculares, enfermedades que comprometan su sistema inmunológico, cáncer, VIH, gestantes y enfermedades respiratorias crónicas).