La variante delta se ha convertido en un reto para las autoridades sanitarias del mundo, ya que por su rápida propagación tiene en vilo los planes de vacunación y ha obligado a la adopción de nuevas medidas restrictivas y mayores exigencias, especialmente a las personas que viajan vía aérea hacia algunos países.

Esas medidas, además, se aplican porque se ha comprobado que muchos viajeros han presentado pruebas contra el coronavirus adulteradas, lo que llevó a países como España a endurecer los controles de ingreso, incluyendo una cuarentena estricta durante un periodo de 10 días.

Ese incremento de los casos de contagio con la nueva cepa, que se ha convertido en predominante en varios países, llevó por ejemplo a que en los Estados Unidos se exija a los viajeros una prueba de covid-19 con resultado negativo reciente, especialmente para quienes proceden de países con alto riesgo.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., en algunos casos se recomienda aplicar una cuarentena, así como un formulario de declaración y certificación, y la visa correspondiente de cada país emisor para evitar la propagación del virus.

En Europa, donde la variante delta se ha convertido en un dolor de cabeza, se han tomado medidas en varios países, que ven amenazados sus planes de vacunación, pero ante todo su reactivación económica y social.

Es el caso de Italia, donde los viajes internacionales solo están permitidos por motivos imperiosos o de urgencia a personas que procedan de países fuera de la Unión Europea y el espacio Schengen.

Entre tanto, los desplazamientos a ese país para hacer turismo no se permitirán en ningún caso al ser incluidos en las restricciones, aunque los viajes de trabajo o estudio que no puedan hacerse remotamente sí están incluidos en los permisos.

Incluso, las autoridades sanitarias no permiten el ingreso bajo ninguna circunstancia a aquellos viajeros que hayan estado en Brasil, India, Bangladés o Sri Lanka en los últimos 14 días antes del desplazamiento.

Para los residentes de la Unión Europea es obligatorio presentar su certificado covid digital o en papel y los demás viajeros deben portar una prueba de covid-19 negativa o de su vacunación.

A esas medidas se sumará una nueva que comenzará a aplicarse a partir del 6 de agosto y que tiene que ver con la expedición del pase covid, que permitirá a quienes estén vacunados en el país acceder a servicios de ocio, decisión que ha generado protestas debido a que los ciudadanos lo consideran injusto y limitante.

En el caso de España, las autoridades anunciaron un cierre temporal al ingreso de viajeros por turismo y estudio desde el 27 de julio, que se agrega a la ya adoptada sobre la cuarentena de 10 días.

La tasa de infecciones con coronavirus en España está subiendo, impulsada por brotes entre los jóvenes y los no vacunados, revelan datos del Ministerio de Salud. (AP Foto/Manu Fernandez) | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país, solo se permitirá el ingreso de personas que tengan un motivo de emergencia y no puedan posponer su viaje, para el caso, por ejemplo, de trabajadores esenciales.

Adicionalmente, para el ingreso a España, los viajeros se debe presentar el certificado de vacunación, con uno de los inmunizantes aprobado por las autoridades sanitarias de la Unión Europea.

Otro país de ese continente que ha adoptado algunas medidas para evitar la propagación de la nueva cepa es Francia, donde se ha limitado la entrada únicamente a los viajeros esenciales que no puedan aplazar su ingreso, quienes deberán presentar un certificado de vacunación internacional para quedar exentos de cuarentena y prueba covid.

Sin embargo, para los viajeros de la UE que quieren ingresar a Francia se les exige portar su certificado covid, digital o físicamente, en tanto que quienes deben deban someterse a cuarentena tendrán que hacerlo en una instalación determinada y supervisada por las fuerzas de seguridad.

Las autoridades sanitarias de Francia determinaron, además, que ya dentro del territorio, se debe portar el pase verde que permite a los vacunados acceder a servicios como bares o cine, lo que ha generado también protestas en todo el país, por ser considerada como una limitación a la libertad de movimiento.

Una medida similar se ha adoptado en Israel, Austria, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Países Bajos y Corea del Sur.

Pero no solo Europa ha adoptado algunas restricciones para los viajeros, en Asia también se han tomado decisiones para frenar la expansión de la variante delta, como el caso de Japón, donde el gobierno mantiene cerrada su frontera para los viajes por turismo o visitas no esenciales.

Y al igual que en Europa hay excepciones, entre otros, para los vuelos por razones médicas o humanitarias.

Sin embargo, quienes ingresen a ese territorio deben cumplir con una cuarentena obligatoria de 14 días, aunque se contempla la posibilidad de permitir al tercer día el desplazamiento a un lugar privado si la persona tiene un resultado negativo en la prueba de covid-19.

Las autoridades sanitarias estudian la posibilidad de expedir a partir de los próximos días pasaportes covid a las personas vacunadas en ese país.