Justamente, luego de que las autoridades chinas indicaron que habían logrado la inmunidad de rebaño luego de la última ola de contagios a finales de 2022, este jueves indicaron que, finalmente, se ha producido un descenso de cerca del 90 % de los casos de coronavirus registrados en el país durante el último brote, lo que permite anunciar que este se encuentra bajo control.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China (CDC) indicó que en la última jornada se han notificado otros 434 contagios, lo que supone una cifra notablemente inferior a la registrada durante el pico del brote el 4 de enero, cuando se sumaron 4.273 casos en solo un día.
Entre los días 20 y 26 de enero, el gigante asiático registró una cifra 6.364 decesos relacionados con la enfermedad, un dato que suponía la mitad del número de muertos detectados la semana anterior, tal y como ha indicado el CDC en un comunicado.
La cifra de casos graves entre pacientes hospitalizados también ha descendido significativamente hasta los 14.000 desde los 128.000 registrados el pasado 5 de enero. Desde el pasado mes de diciembre, China ha reducido las medidas y controles para frenar la pandemia, debido a las protestas contra la política de ‘covid cero’ del Gobierno.
A principios de esta semana, las autoridades afirmaron que los casos de la covid-19 seguirían su tendencia a la baja pese a los viajes y celebraciones asociados a las fiestas de Año Nuevo, lo que llevaba ya a Pekín a dar por superada la emergencia vivida en diciembre tras el levantamiento de las principales restricciones frente a la pandemia.
Logró inmunidad rebaño
Las autoridades sanitarias de la ciudad de Pekín han elevado una voz que quiere transmitir tranquilidad frente al tema, al afirmar que esta semana, ese territorio logró la llamada ‘inmunidad de rebaño’.
En el anuncio, las autoridades sanitarias de Pekín también han advertido que la situación podría tener un carácter de ‘temporal’, pero da muestra de que el riesgo de la enfermedad va en tendencia a la baja, luego de semanas de tendencia al alza, derivados de la flexibilización de las medidas por parte de los miembros del Partido Comunista, en respuesta a la misma presión social.
Durante los picos más altos de la pandemia, vividos en las últimas semanas en China, el nivel de ocupación hospitalaria incluso reportó niveles más preocupantes que los vividos en el resto del mundo en 2020.
En ese momento, además de los espacios hospitalarios, la pandemia también refirió un reto para los escenarios funerarios, especialmente para los hornos crematorios de ciudades como Pekín.
No obstante, expertos han advertido que si bien las cifras mostraron alzas significativas de la enfermedad, la magnitud real de la ola vivida en 2022-2023, no es del todo cuantificable debido al tratamiento mismo con que el gobierno chino asumió la situación, pues algunos expertos han denunciado la existencia de subregistros.
Pese a que los datos no son claros, la evidencia en las mismas salas de emergencias y en la ocupación hospitalaria, han comenzado a evidenciar una reducción en los niveles de contagio, e incluso, en el reporte de las autoridades, se informó que la tasa de mortalidad en los informes más recientes logró caer hasta en 80 % frente a las cifras alarmantes de los primeros días del 2023.
En declaraciones recogidas por medios internacionales, y emitidas por Wang Quanyi, subdirector del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Pekín, el funcionario advirtió que para satisfacción de las autoridades sanitarias, la alerta en la ciudad había caído gracias a la consecución de la llamada “inmunidad de rebaño temporal”.
Así, el experto refirió que si bien se presentaron picos históricos de la enfermedad, esta ha comenzado a decrecer y actualmente podría darse como terminada la ola.
*Con información de Europa Press.