“Supervacuna”, “pan-coronavirus” o “arma milagrosa” se ha denominado a la vacuna anticovid de SpNF, que un instituto de investigación militar estadounidense está probando actualmente. Se supone que esta vacuna de nanopartículas de ferritina (SpFN, por sus siglas en inglés) podría proteger contra diversas variantes del coronavirus y, por tanto, prevenir futuras pandemias. En consecuencia, aplicar vacunas de refuerzo no sería necesario, incluso si surgen nuevas variantes.
¿Cómo funciona la supervacuna?
SpFN es una vacuna proteica. El principio de acción es similar al del inmunizante proteico de Novavax, que fue aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) a finales de diciembre. SpFN se basa en la ferritina, una molécula proteica que puede almacenar hierro. Esta molécula de proteína se pliega formando una bola de 24 lados, similar a un balón de fútbol.
En cada lado podría aplicarse la proteína S (espícula) distintiva de una variante del coronavirus. Esto hace que la vacuna sea fácilmente modificable. Las vacunas aprobadas hasta ahora también se dirigen a esa técnica. Las proteínas S son como llaves de puertas que se acoplan al receptor ACE-2, lo que permite que los coronavirus penetren en las células humanas.
La vacuna produce la formación de anticuerpos que se unen a la proteína S de tal manera que ya no llega al receptor y el virus ya no puede infectar las células. Al mismo tiempo, la vacunación activa las células T, que reconocen y eliminan las células infectadas en caso de contagio y, por tanto, impiden que el virus se multiplique.
Para reforzar la respuesta del inmunizante, las vacunas reciben ciertos potenciadores activos, como los llamados adyuvantes. En el caso de la vacuna SpFN, se supone que el adyuvante ALFQ pone inmediatamente en alerta al sistema inmunitario y es especialmente seguro y eficaz. Esta fórmula de liposomas (ALF, por sus siglas en inglés) desarrollada por los militares, consiste en liposomas (burbujas) que contienen fosfolípidos saturados, colesterol y monofosforil lípido A como estimulantes inmunológicos.
Además, la vacuna SpFN no tiene que ser conservada a grandes temperaturas bajo cero como las vacunas de ARNm, lo que facilita mucho su almacenamiento y distribución. Sin embargo, esta también es una característica de la vacuna proteica de Novavax.
Éxito en ensayos con monos
SpFN se desarrolló en el Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed (WRAIR) en Silver Spring, Maryland. La vacuna con nanopartículas de ferritina se probó primero en monos rhesus. El preparado produjo fuertes anticuerpos neutralizantes contra el coronavirus original, así como contra las variantes alfa, beta, gamma y delta, e incluso fue eficaz contra el SARS-CoV-1, aunque este tipo de virus es claramente diferente al SARS-CoV-2, escribieron los investigadores de WRAIR en la revista científica Science. Y, según otros medios, los anticuerpos generados por la vacuna SpFN también deberían ser capaces de actuar contra la variante ómicron.
Tras el éxito de las pruebas en monos Rhesus, ya se han realizado estudios de fase uno en humanos, según el Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed. Estos ensayos clínicos están diseñados para determinar si la eficacia de la vacuna SpFN se puede transferir a los humanos y si es bien tolerada. Las pruebas pretenden allanar el camino “para una vacuna universal que proteja no solo contra el virus actual, sino también contra futuras variantes”, afirma el coinventor de la vacuna, el doctor Kayvon Modjarrad, del WRAIR. “Queremos esperar los datos clínicos antes de darlos a conocer al público, pero hasta ahora todo va exactamente como esperábamos”, agrega.
Próximos coronavirus a la vista
A más largo plazo, el Dr. Anthony Fauci, principal asesor médico de la Casa Blanca, declaró ante el Congreso estadounidense que el desarrollo de una vacuna universal contra el coronavirus podría ayudar a prevenir la próxima pandemia a nivel mundial. “Se está invirtiendo mucho, no solo en la mejora de las vacunas que tenemos para el SARS-CoV-2, sino también en el desarrollo de la próxima generación de vacunas, en particular las vacunas universales contra el coronavirus”, comentó Fauci.
No es casualidad que el ejército estadounidense quiera desarrollar un “arma milagrosa” eficaz contra los coronavirus. Las últimas décadas han demostrado que también se pueden esperar coronavirus agresivos en el futuro. “La acelerada aparición de coronavirus humanos en las dos últimas décadas y el aumento de las variantes del SARS-CoV-2 ponen de manifiesto la necesidad permanente de vacunas preventivas de nueva generación que proporcionen una amplia protección contra la enfermedad”, sostiene el doctor Modjarrad, del WRAIR.
Según el experto, “nuestra estrategia ha sido desarrollar una tecnología de vacuna ‘pan-coronavirus’ que podría proporcionar potencialmente una protección segura, eficaz y duradera contra múltiples cepas y especies de coronavirus”.