Conforme la variante delta se ha convertido en dominante en varios países y ha generado el riesgo de una cuarta ola de contagios en otros cuantos, los estudios alrededor de la efectividad de las vacunas en esta también han aumentado.
Hace algunas semanas, Israel, uno de los países que más rápido avanzó con la inmunización desde finales de 2020, señaló que la efectividad de los esquemas completos de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra la variante delta pasaba del 70 % a apenas un 39 %. Esto llevó al país a tomar la rápida decisión de aplicar una tercera dosis.
En este camino se incluyó también Estados Unidos, que aprobó este refuerzo para personas con inmunodepresión el pasado fin de semana y este miércoles anunció que la campaña comenzará la semana del 20 de septiembre para las personas que hayan cumplido ocho meses tras la segunda dosis, tanto de Pfizer como de Moderna. El anuncio se da cuando el país supera 37 millones de personas contagiadas de covid y más de 624.000 muertes.
Y es que parte de la preocupación está dirigida a la población de la tercera edad. En su informe semanal, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), señalaron que la variante delta ha hecho caer la efectividad de las vacunas y se ha visto una creciente curva de casos en residencias de ancianos.
Al comparar datos de junio contra marzo de 2021, en este tipo de centros para personas de la tercera edad, los CDC precisan que la efectividad de las vacunas de dos dosis descendió del 74,7 % al 53,1 %. Aun así, se destaca que todas las vacunas están en capacidad de reducir la mortalidad y los casos graves de la enfermedad.
“Los datos disponibles muestran claramente que la protección contra la infección por SARS-CoV-2 comienza a declinar con el tiempo después de las primeras dosis de la vacuna”, dijo el comunicado, firmado por la directora de los CDC, Rochelle Walensky; la directora interina de la FDA, Janet Woodcock, y el asesor de la Casa Blanca sobre la pandemia, Anthony Fauci.
La tercera edad es una prioridad
Los primeros que podrán beneficiarse de esta dosis de refuerzo serán personas alojadas en “residencias de ancianos”, “otras de edad avanzada” y “muchos profesionales de la salud”, que fueron las primeras categorías de la población en ser vacunadas en Estados Unidos.
Las primeras inyecciones de la vacuna fueron suministradas en Estados Unidos en diciembre de 2020, cuando los antivirales de Pfizer y Moderna fueron autorizados de urgencia con una semana de diferencia.
Una dosis de refuerzo también podría ser “necesaria” para las personas que han recibido una sola inyección de la vacuna Johnson & Johnson, indicaron las autoridades.
Sin embargo, las vacunaciones con este suero no comenzaron en Estados Unidos sino “hasta marzo de 2021” y se esperan datos al respecto “en las próximas semanas”. Las personas vacunadas con Johnson & Johnson son minoría en Estados Unidos (casi 14 millones).
Tras la luz verde de la FDA, las autoridades sanitarias federales deberán validar la decisión y publicar sus recomendaciones para los profesionales encargados de administrar esta tercera dosis.
Estados Unidos ordenó originalmente 300 millones de dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, pero hace poco compró 200 millones de dosis adicionales de cada una, lo suficiente para llevar a cabo esta campaña. Casi el 60 % de la población estadounidense –más de 198 millones de personas– ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
*Con información de la AFP.