La variante delta del coronavirus ha generado todo un revolcón en la forma en que los países estaban manejando la pandemia. Algunos han ordenado nuevos confinamientos, otros volvieron al uso permanente del tapabocas y otros, con un poco más de contundencia, anunciaron la aplicación de una dosis de refuerzo de las vacunas.
En el camino de la pandemia, que comenzó en los primeros meses de 2020, los ojos han estado puestos sobre China, pues allí se originó el virus y de forma poco imaginable es uno de los países que menos contagios totales y fallecimientos ha reportado desde entonces.
Las autoridades y algunos expertos señalan que esto se debe a la contundencia de las medidas para contener los focos de contagio, haciendo que millones de personas entren en cuarentena de forma constante. Otros, por su cuenta, aseguran que el régimen chino no tiene una información transparente sobre cómo transcurre la pandemia en el país.
El país asiático, que había controlado la expansión de la enfermedad desde la primavera de 2020, registró desde julio varios casos y focos de contagios, pese a las estrictas medidas sanitarias en vigor. Este lunes, China no registró ningún caso en su territorio, algo que no sucedía desde el 16 de julio, pero sí hubo 21 contagios “importados”, es decir, de personas que han regresado del extranjero y han dado positivo.
Hasta la fecha, en el país se han confirmado 106.777 casos totales y 4.848 muertes a causa de la enfermedad, unas cifras un poco surrealistas cuando a raíz del mismo virus Estados Unidos tiene ahora 37.861.263 de contagios y 629.154 personas muertas.
De acuerdo con expertos y autoridades en el país, este balance se debe a la medidas estrictas que desde febrero del año 2020 se han aplicado en el territorio.
China fue uno de los primeros países en entrar en confinamiento a la mayor parte de su población, creando cercos epidemiológicos en Wuhan, donde se presentó el brote de la covid-19. Junto a esto, el país también lideró la realización de pruebas PCR masivas, con lo cual identificó los casos de forma oportuna y aisló a quienes podrían realizar contagios masivos.
Por otra parte, las fronteras del país están cerradas a la inmensa mayoría de extranjeros y los pocos que llegan deben respetar cuarentenas estrictas. Hasta ahora se han permitido principalmente viajes de negocios y el turismo ha estado restringido, pese a que es un país potencia en la atracción de turistas de Occidente.
Sin embargo, este balance positivo se ha visto nublado por las diferencias que hay entre el Gobierno chino y organismos internacionales como la OMS, que ha insistido en buscar el origen del SARS-CoV-2, iniciativa a la que se sigue oponiendo el país.
Aunque la OMS realizó una profunda investigación hace unos meses, que reveló que lo más probable es que la covid haya pasado de una especie animal a los seres humanos, los resultados de dicho estudio no fueron totalmente concluyentes y dejaron a muchos con más preguntas que respuestas, principalmente por la negativa del país asiático a dejar entrar en una primera instancia a los expertos de la Organización.
“No se trata de hacer política con esto, de culparse unos a otros o de señalar a otros con el dedo, sino de la necesidad que tenemos todos de entender cómo cualquier patógeno puede saltar a la población humana”, dijo el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
Esto, con relación a la posibilidad de que la OMS haga una nueva investigación en la región de Wuhan para determinar al fin y con exactitud el origen de la pandemia, pues aunque China siempre ha señalado que fue de manera natural, hay muchas personas, países y organizaciones que dudan de esto y afirman que lo más probable es que la enfermedad haya escapado de un laboratorio en esta región china.