La presencia de la variante delta del SARS-CoV-2 en Colombia era inevitable y preocupante para las autoridades. A medida que avanza su presencia y se convierte en dominante en el mundo, circulando en más de 100 países, la necesidad y la urgencia de la vacunación se ha vuelto tema central, debido a que todo indica que las personas no inmunizadas corren el mayor peligro y pueden convertirse en la cuna de mutaciones aún más dañinas.
Por lo anterior, el uso del tapabocas adecuadamente -ajustado a la cara, sin espacios de salida o entrada de aire por los bordes- y otras medidas de bioseguridad, siguen siendo imperativas.
Esta nueva variante se caracteriza porque, además de cambiar el comportamiento habitual del virus, genera síntomas diferentes en quienes se contagian. Así lo explicó José Alejandro Mojica, médico infectólogo del Ministerio de Salud, al indicar que “una de las preocupaciones con los virus es que mutan, lo que quiere decir que estos organismos son cambiantes y el SARS-CoV-2 no es la excepción”.
El funcionario señaló que esta variante es 60 por ciento más transmisible, por lo que es más posible que los pacientes contagiados terminen hospitalizados o reinfectados. Con la cepa inicial del virus, se contagiaban entre una y dos personas por cada positiva, ahora pueden ser hasta diez.
Los síntomas
La variante delta se caracteriza también porque cambió el comportamiento de la enfermedad del coronavirus. Es decir, los síntomas de los pacientes no son los ya conocidos.
En este caso, predomina el dolor de cabeza, el dolor de garganta es más recurrente, fiebre y secreciones nasales. Sn embargo, la tos y la pérdida del gusto y el olfato son menos frecuentes. La sintomatología, de acuerdo con Mojica, se asemeja más a la de la influenza.
Asimismo, pueden aparecer diarrea, náuseas y vómito, así como dolor de oídos y articulaciones.
“Otro aspecto que se ha visto es que los requerimientos de oxígeno a medida que avanza la enfermedad por covid-19 en esta nueva variante, pueden ser mayores”, dijo Mojica, señalando que la variante delta tampoco ha aumentado la mortalidad.
No obstante, el vocero del ministerio precisó que tener este conjunto de síntomas tampoco significa que la persona esté enferma por covid-19 con la variante delta. “Para eso hay que hacer una identificación respectiva con el estudio genómico”, señaló, por lo que hay que tener en cuenta que las pruebas de PCR o de antígenos no identifican la variante, ya que apenas son pruebas diagnósticas de la infección.
Vacunación y variantes
Si bien las medidas de bioseguridad, como se mencionaba antes, son urgentes y necesarias, la vacunación es fundamental.
“Las vacunas disponibles siguen siendo muy eficaces y efectivas en su prevención contra esta variante Delta y con las otras de preocupación y variantes de interés que circulan”, sostuvo Mojica.
Según estudios publicados en The New England Journal of Medicine a fecha de julio de 2021, en Londres luego de 14 días con las dos dosis de Pfizer se evidenció que es 88 por ciento eficaz, y para AstraZeneca es 67 por ciento efectiva para prevenir infección y severidad contra la variante delta.
Otro estudio de efectividad en Canadá, también de julio, concluye que con las dos dosis de Pfizer, Moderna y AstraZeneca se previene la muerte en un 78 por ciento, 96 por ciento y 88 por ciento respectivamente contra esta variante delta.
“Manteniendo las medidas y vacunándonos contribuimos enormemente con nuestra salud y la de los demás”, dijo el funcionario. “Entre más personas vacunadas menos susceptibles somos a enfermarnos por este virus, porque me protejo y protejo mi entorno, evitando propagar la infección y contribuyendo a detener la pandemia por este virus SARS-CoV-2 con sus variantes que produce la covid-19″, puntualizó.