El incremento de los casos de coronavirus en varias regiones del mundo, que ha llevado a nuevas restricciones, se debe esencialmente a la “superpotente transmisibilidad” de la variante delta que se convirtió en predominante, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según la organización, la nueva cepa representa actualmente 99,5 % de todas las secuencias genómicas informadas en las bases de datos públicas y ha superado a otras variantes en la mayoría de los países.

La situación es tal que debido a su transmisibilidad no solo ha superado a otras variantes, sino que incluso, algunos expertos consideran que todas las nuevas cepas futuras serán ramificaciones de delta.

Y aunque las vacunas que actualmente se aplican en el mundo son efectivas contra delta, la preocupación aumenta porque los contagios van subiendo y, en muchos países, el avance en el proceso de inmunización no ha sido significativo, lo que lleva a que la población esté expuesta permanentemente a la infección.

Como se recuerda, delta, que apareció por primera vez en India en diciembre de 2020, fue clasificada por la OMS como una variante de preocupación; es decir, que es capaz de aumentar la transmisibilidad, causar una enfermedad más grave o reducir el beneficio de las vacunas y los tratamientos.

Mientras los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., (CDC, su sigla en inglés) advirtieron que delta es más de dos veces más contagioso que las variantes anteriores del SARS-CoV-2, el virólogo del Instituto La Jolla de Inmunología en San Diego, Shane Crotty, señaló que la “superpotencia” de esa cepa es su transmisibilidad.

Con ese panorama, lo que se ha advertido por los expertos es que existe la posibilidad de que el contagio con delta aumente el número de ingresos a los hospitales debido, entre otras razones, a que los síntomas se presentan dos o tres días antes que el coronavirus original, lo que le da al sistema inmunológico menos tiempo para montar una defensa.

Los estudios han podido determinar, además, que quienes se infectan con la variante portan alrededor de 1.200 veces más virus en la nariz en comparación con la versión original del coronavirus.

Cedric Daniels, de 37 años, de Gonzales, Luisiana, descansa en su habitación, recuperándose de COVID-19 sin haberse vacunado en el Centro Médico Regional Our Lady of the Lake en Baton Rouge, el lunes 2 de agosto de 2021. Louisiana lidera la nación en número de nuevos casos de COVID per cápita y sigue siendo uno de los cinco últimos estados en la administración de vacunas. (Foto AP / Ted Jackson) | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

Igualmente, se ha detectado que la cantidad de virus en las personas vacunadas que se infectan con delta está a la par con las que no están inmunizadas, y ambos pueden transmitir el virus a otras personas. Sin embargo, en las personas que han recibido las dosis de la vacuna, la cantidad de virus disminuye más rápidamente, por lo que es probable que propaguen el virus por un tiempo más corto.

En el caso de América del Sur, la variante delta se ha extendido más gradualmente, mientras gamma, lambda y mu, todavía contribuyen a una proporción significativa de los casos nuevos de contagio.

Variantes nuevas

Debido a que se ha convertido en predominante ya se han comenzado a conocer variantes de delta, como el caso de AY.4.2 que se concentra principalmente en Reino Unido, donde constituye aproximadamente 10 % de las muestras de virus secuenciadas.

De acuerdo con los expertos, esa cepa porta dos mutaciones adicionales en la proteína de pico (Spike), que el virus usa para ingresar a las células.

Ante su aparición, la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido ha designado al AY.4.2 como una “variante en investigación”, pero lo que sí se ha podido determinar preliminarmente es que no afecta significativamente la efectividad de la vacuna en comparación con delta, pero hay alguna evidencia de que podría ser un poco más transmisible.

De acuerdo con cifras de la OMS, la variante AY.4.2 se ha extendido a al menos 42 países, incluido Estados Unidos.

La preocupación está relacionada con la posibilidad de que con la aparición de nuevas cepas derivadas de delta puedan llevar a que la protección con las vacunas se reduzca, ya que los actuales biológicos previenen enfermedades graves y la muerte, pero no bloquean la infección.

Los científicos han advertido que el virus aún es capaz de replicarse en la nariz, incluso entre personas vacunadas, por lo que se puede transmitir la enfermedad a través de gotitas diminutas en aerosol.

El doctor Gregory Poland, un desarrollador de vacunas de la Clínica Mayo, señaló que ante esta situación, para derrotar al SARS-CoV-2 probablemente se requiera una nueva generación de vacunas que también bloqueen la transmisión, al coincidir con otros expertos que han advertido que el mundo sigue siendo vulnerable ante el coronavirus y sus variantes.