Hace unos días se produjo un nuevo derrumbe en el relleno sanitario Doña Juana, ubicado al sur de la ciudad de Bogotá. Así las cosas, a la emergencia sanitaria de covid-19 se le sumaba una nueva. Ariel Ávila y el equipo de ‘El Poder‘ fueron a la zona afectada a investigar la situación ambiental de la zona.
La localidad Quinta de Usme se encuentra ubicada al sur de la ciudad y cuenta con 342.940 habitantes, los cuales en los últimos años han convivido con problemas ambientales que se han dado por la cercanía al relleno sanitario Doña Juana, que recibe alrededor de 7.000 toneladas de basuras que se generan a diario en la ciudad de Bogotá y municipios aledaños. Así mismo, esta localidad cuenta con un problema que agudiza la crisis ambiental y es la invasión de las mal llamadas ladrilleras, industria que tiene un alto impacto ambiental. De hecho, las comunidades acusan a estas ladrilleras de destruir la vegetación. No se debe olvidar que Usme es una de las puertas a la ruralidad de la capital colombiana. Este problema ambiental en los últimos años ha incrementado las enfermedades respiratorias, los insectos, los roedores y los malos olores que se han convertido en el día a día de las personas que habitan esta localidad. Toda esta problemática ha llevado a que las organizaciones sociales se constituyan y trabajen con la localidad, generando lazos y políticas que les ayude a vivir de una manera digna, donde sus derechos sean respetados. ‘El Poder‘ estuvo con los habitantes de los barrios Valles de Cafam II Sector, Santa Marta y Brasilia, donde se evidenció la crisis ambiental que han vivido en los últimos años. Muchos de estos habitantes se han sentido olvidados por las administraciones locales, donde las promesas y las ayudas en muchas ocasiones no llegan. Como una voz de respuesta a esta problemática, las organizaciones sociales han cumplido un papel importante para acompañar a la comunidad. Este es el caso de Plataforma Social Usme, una organización liderada por Ismael Ortiz, Camilo Buitrago y un grupo de jóvenes que han hecho presencia desde 2009. Toda esta lucha se ha realizado con procesos que tienen que ver con la educación popular, bibliotecas comunitarias, cuidado al medioambiente y todas las herramientas que estén a su alcance para evidenciar las problemáticas que vive el sur de la ciudad, dándole la posibilidad de que vivan dignamente. La tarea no ha sido fácil, pues se han tenido que enfrentar a amenazas por parte de bandas criminales y a la estigmatización de algunos sectores sociales y políticos. Lo cierto es que hoy Usme vive una crisis ambiental y soluciones rápidas no hay.