El Superbowl, la gran final del fútbol americano que se jugará este 2 de febrero en Miami, tiene un ingrediente particular: es la primera vez en 50 años que los Kansas City Chiefs llegan a esta instancia, lo que ha despertado un interés inusitado por la final, que le podría dar la máxima corona a un equipo que no está dentro de los históricos de esta compentencia. El Superbowl es uno de los espectáculos más impactantes del deporte estadounidense. Solo el valor de los equipos en disputa alcanza los US$5.800 millones: los 49ers de San Francisco son un equipo valorado en US$3.500 millones y con ingresos anuales cercanos a los US$492 millones, mientras que los Kansas City Chiefs valen US$2.300 millones y registran ingresos al año por US$410 millones.
Las cifras son millonarias en todos los frentes de este deporte. Se estima que la transmisión será vista por al menos 190 millones de televidentes y en las redes sociales más importantes, como Twitter, Instagram y Facebook se lograrán unas 110 millones de interacciones durante el evento. Esto pone en evidencia que se trata de un espectáculo multitudinario, que llama la atención de todos los protagonistas del marketing, pues es un espacio ideal para hacer lanzamientos de nuevos productos y consolidar campañas. Por esta razón, transmitir un mensaje pubicitario de 30 segundos durante el evento puede llegar a costar más de US$5 millones.
El Superbowl también representa un impacto muy favorable para el consumo. Según las cuentas de la firma de estudios de mercados Rebold, en la versión de 2019 el evento impulsó ventas y consumo por más de US$4.600 millones en cervezas, gaseosas, pizzas y nachos, entre otros. Solo el mercado del guacamole, del que se beneficia Colombia, alcanza para este evento especial un valor de casi US$60 millones. Un verdadero golazo.