Pensar en libros físicos puede evocar imágenes de un pasado lejano, pero La Dacha, una librería ubicada en Bogotá, ha demostrado que lo clásico y lo contemporáneo pueden coexistir en armonía. Fundada hace un año y medio, La Dacha se especializa en literatura rusa y de Europa del Este, ofreciendo a sus visitantes una combinación única de textos selectos, cocteles y opciones gastronómicas. Sin embargo, sus propietarios decidieron llevar su negocio al siguiente nivel adoptando Karrot, un software de punto de venta diseñado para micro y medianos negocios.
Sebastián Aldana, cofundador de la librería, compartió que la decisión de modernizarse surgió de la necesidad de optimizar procesos operativos que consumían tiempo valioso.
“Hoy en día, pequeños y medianos negocios como droguerías y supermercados modernizan sus estructuras comerciales con el fin de optimizar tiempos en sus procedimientos. Las librerías no pueden ser ajenas a esta realidad, por lo que decidimos incorporar a Karrot con lo que hemos visto una importante mejoría en nuestra ventas y en la comercialización de nuestros libros”, afirmó Aldana.
La Dacha enfrentaba un proceso lento en la gestión de inventarios. Ingresar manualmente un lote de 200 libros podía tomar hasta dos semanas de trabajo. Con Karrot, esta tarea se reduce a solo una hora, gracias a la sincronización de inventarios con los canales digitales de comercialización. Esto les permite dedicar más tiempo y recursos a crear promociones en redes sociales y mejorar los canales de venta.
Otra funcionalidad que destaca Jaramillo es la capacidad de Karrot de usar herramientas de inteligencia artificial para sugerir recomendaciones literarias personalizadas a los clientes, similar al funcionamiento de plataformas como Netflix. Esto enriquece la experiencia del cliente, quien puede recibir nuevas sugerencias basadas en compras previas.
“Otro uso que tenemos con Karrot, es que nuestros clientes, a partir de las compras que hicieron en nuestra librería y con la utilización de herramientas de inteligencia artificial, podrán encontrar en sus próximas visitas, nuevas recomendaciones que estarán a la medida de sus preferencias literarias, como lo hace Netflix con sus series y películas”, explicó Aldana.
Además, los clientes de La Dacha se benefician de la automatización de procesos, como la generación de facturas electrónicas, mientras que los dueños acceden a información en tiempo real sobre la situación financiera del negocio. Inspirada en las casas de campo rusas repletas de objetos antiguos, La Dacha ha encontrado en la tecnología un aliado para crecer y modernizarse, demostrando que, aunque la historia del libro tenga más de 2.000 años, las librerías pueden evolucionar y adaptarse a las exigencias de los nuevos tiempos.