Hace unos meses, el Gobierno nacional anunció la intención de repatriar los bienes culturales de Colombia que están en embajadas extranjeras. Este fin de semana regresaron en el avión presidencial, proveniente de París (Francia), 76 piezas que se encontraban en Berna, La Haya y París.
Este regreso se dio tras la coordinación entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, esas embajadas y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). Supuso la capacitación en embalaje y manejo de bienes arqueológicos a los diplomáticos en Berna, La Haya y París, la coordinación de trámites para el acopio en París de los bienes procedentes de Berna y La Haya, así como su envío final al avión presidencial que se encontraba en la capital francesa por la visita oficial del presidente de la República en ese país.
El traslado en el vuelo presidencial se dio con acompañamiento de la Embajada en París, la Cancillería y la Casa Militar, que cumplieron los protocolos de seguridad y manejo de las piezas.
Los bienes retornados provienen de devoluciones. Las 11 piezas de Suiza provienen de cuatro casos facilitados por la cooperación con las autoridades de ese país en el marco del “Acuerdo concerniente a la importación y retorno de bienes culturales”, vigente desde 2011.
Las 15 piezas de La Haya y las 50 de París provienen de cuatro entregas voluntarias de ciudadanos holandeses y franceses que poseían artefactos arqueológicos de las culturas de los pueblos originarios de Colombia. Como es costumbre en este procedimiento, la legitimidad de los artefactos arqueológicos es ratificada por los expertos del ICANH.
Según el peritaje del ICANH, las piezas pertenecen a las culturas Tumaco-La Tolita, Calima, Quimbaya, Tolima-Espinal y San Agustín, por lo que algunas pueden tener más de dos mil años de antigüedad. Este conjunto de piezas está conformado por vasijas antropomórficas, estatuas, ollas, alcarrazas y una máscara de oro.
Este es el segundo retorno de bienes culturales efectuados en la administración del presidente Gustavo Petro Urrego después del valioso regreso, el 22 de septiembre, de 274 piezas que se encontraban en la Embajada de Colombia en Washington.
Esta cruzada ha sido acompañada y apoyada en detalle por la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello Blanco, quien incluso ha delegado de forma particular a funcionarios de la entidad. Estos están vigilantes de lo que pase con cada una de estas piezas, el proceso de conservación, el inventario, la forma como se están trayendo de regreso al país y hasta las dificultades para cumplir con esa misión.
Según conoció SEMANA, en un derecho de petición enviado por la Procuraduría a la Cancillería y cuya respuesta fue emitida por el funcionario Luis Armando Soto, director de Asuntos Culturales, este proceso fue durante el viaje que hizo el presidente Petro para participar en la Cumbre de la ONU.
“A propósito de la relevancia que el presidente Petro le ha dado a (...) la recuperación de la identidad de nuestros pueblos originarios, aprovecharán los vuelos oficiales del avión presidencial para retornar al país los bienes que se encuentran en las respectivas embajadas (...) La primera de esas repatriaciones tuvo lugar el 22 de septiembre de 2022, con los primeros 274 bienes arqueológicos, que estaban en la Embajada de Colombia en Estados Unidos”, señala la respuesta de la Cancillería.
La cruzada de Petro es darle el valor que merecen todas estas piezas y para eso tiene una aliada, la procuradora Margarita Cabello, quien no solo ha demostrado su interés en secundar la idea, sino en proteger todas esas piezas.
El inventario en piezas es grande, hay desde una máscara de oro de la cultura Tumaco, pasando por collares, vasijas y esculturas Quimbaya, hasta una urna funeraria, de características de yacimientos arqueológicos del Valle.
La orden está dada: estas piezas deben volver a Colombia, pero son elementos delicados. Su repatriación cuenta con el apoyo y seguimiento del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). El problema es el traslado, ya que es muy costoso y delicado, por lo que mientras se solucionan los problemas logísticos, volarán rumbo a Colombia en el avión presidencial.