El 8 de abril de 1973 muere Pablo Picasso, el gran artista de la historia del arte del siglo XX, dejando una herencia millonaria sin testamento. Siete años se necesitaron para recopilar y clasificar todas las obras de arte que poseía: 1.856 pinturas, 7.089 dibujos, 30.000 grabados, 1.355 esculturas, 2.880 cerámicas.
En aquel entonces, Bernard Ruiz-Picasso tenía tan solo 13 años. Era hijo de Paulo Ruiz Picasso, el primogénito de Picasso con su primera esposa Olga Khokhlova, y, por tanto, legítimo heredero.
DW: ¿Cuándo se dio usted cuenta por primera vez que su abuelo era uno de los más grandes artistas del siglo XX?
Bernard Ruiz-Picasso(B.R.P.): Me di cuenta de que era una figura conocida poco antes de su muerte, en 1973. De niño solía visitarlo en el sur de Francia. Siempre estaba rodeado de muchos amigos y vivía en una casa grande, llena de piezas de arte. Estaba siempre muy ocupado. Y yo, siendo tan joven, no comprendía su importancia en el mundo del arte. Pero, por supuesto, percibí que la gente lo admiraba.
DW: ¿Y cómo lo recuerda usted a él? ¿Fue un gran abuelo?
B.R.P.: Cuando yo era pequeño, los tiempos eran diferentes. A los niños no se les permitía interrumpir a los adultos y en ese entonces no había muchos teléfonos. En la casa de Picasso había un solo teléfono, que en cierto modo era un objeto tabú.
Cuando yo jugaba en el suelo del salón, él solía hablar con otros adultos y a veces me pedía que me sentara con él. A veces me enseñaba algo y me alzaba en brazos, así como suelen hacer los abuelos.
DW: Cuando Picasso murió, fue complicado repartir la herencia. Se tuvo que dar una gran parte al Estado francés. ¿Cómo lo solucionaron?
B.R.P.: Picasso murió en 1973, y dos años después, por desgracia, murió mi padre. Solo quedamos mi hermanastra, Marina, y yo como herederos legales. Su hermano también se suicidó ese mismo año. Fue un año triste. Al final, nos repartimos la herencia entre mis hermanastras y las mujeres que dejó Picasso: Maya, Paloma, Claude, Jaqueline -la viuda de Picasso-, Marina y yo. Éramos seis. Y los abogados, junto con el Gobierno francés, crearon entonces la llamada “Dation”. Una forma de pagar las deudas fiscales con obras de arte. Un método realmente bueno.
DW: Picasso pintó muchas obras inspiradas en su abuela. ¿Posee usted alguna de ellas?
B.R.P.: Poseo algunas cosas de mi abuela. Sobre todo, pude trabajar durante diez años en la traducción de las cartas en ruso de mi abuela. Incluso organizamos una exposición llamada “Olga y Picasso”, en París, Moscú, Málaga y Madrid.
DW: Usted fundó el Museo Picasso de Málaga y dice que Picasso pudo haber sido la primera estrella pop de la historia del arte. ¿Cómo recuerda el Museo a Picasso, y cómo se celebrará el aniversario de su muerte?
B.R.P.: Casualmente, el aniversario número 20 del museo coincide también con los 50 años de la muerte de Picasso. Lo fundé hace veinte años con mi madre, Christine Ruiz Picasso, y junto con ella, he trabajado desde entonces para ampliar la colección. Celebraremos el aniversario haciendo balance de la situación actual de Museo y preparándolo para su sostenibilidad en el futuro. Porque el panorama museístico, y también el público, ha cambiado mucho en los últimos veinte años.
DW: En este siglo XXI, el comportamiento de su abuelo hacia las mujeres está siendo muy criticado. Usted definió en una entrevista a Picasso como feminista. ¿Puede usted aclararnos esto?
B.R.P.: Es una cita que una periodista francesa de un periódico español sacó de contexto. Pero sí, creo que la forma en que se retrataba a sí mismo, pero sobre todo la forma en que retrataba a las mujeres -como madres, como amantes, como personajes aterradores e histéricos- es extraordinaria.
Y fue una exposición en el Museo de Orsay sobre los periodos azul y rosa que me abrió los ojos. Allí aprendí a ver sus obras de una manera nueva. Estos primeros cuadros representaban a mujeres que tenían sífilis o estaban en la cárcel muriendo de hambre. Picasso siempre estuvo en contra de la tiranía y la barbarie en todos los ámbitos.
DW: Hay innumerables exposiciones que conmemoran a Picasso en este 2023. ¿Tiene usted pensado verlas todas?
B.R.P.: No, no las veré todas. Pero viajaré mucho en 2023, porque merece la pena visitar tantas exposiciones como sea posible. Nuestra fundación de arte participa en algunas exposiciones. Y, que yo sepa, los presidentes de Francia y España tuvieron la idea de que las celebraciones del Año Picasso terminaran en el edificio de la Unesco en París. Una clara muestra de valores democráticos. (ms)
Sabine Oelze y Susanne Luerweg condujeron la entrevista.