La sociedad colombiana se encuentra de luto tras la muerte de Fernando Botero, uno de los artistas más insignes en la historia de la nación, reconocido por sus obras voluptuosas tanto en la pintura como en la escultura. Botero ha sido uno de los colombianos con mayor reconocimiento a nivel histórico e internacional, sin embargo, su legado va más allá.
Es común que al pensar en el arte contemporáneo, y en los ilustres artistas del continente sudamericano, uno de los primeros nombres que venga a la mente sea el del maestro Botero. Reconocido mundialmente por muchas de sus obras tan características, el nacido en Medellín logró trascender el territorio colombiano, llegando a distintos rincones del mundo hasta su fallecimiento en la mañana de este 15 de septiembre.
Botero viajó por el mundo durante muchos años de su vida, transformando la visión del mundo a través de su arte, moviéndose constantemente entre Nueva York, Europa o distintas ciudades del territorio colombiano, ya sea buscando inspiración, o cautivando a la sociedad a partir de sus obras.
Durante estos múltiples viajes, y su recorrido por todo el mundo, Botero sostuvo tres casamientos, siendo el primero con Gloria Zea, la fundadora del Museo de Arte Moderno de Bogotá, además de la directora del Instituto Colombiano de Cultura y la madre de tres de los hijos del artista.
A partir de ellos, el legado de Botero ha trascendido el arte y la pintura; sus oficios son varios, sin embargo, algunos de estos, al igual que su padre, se dedican a expresarse y buscar generar emociones a través del arte visual y las distintas formas que posee el mismo.
¿Quiénes son sus hijos?
En el caso del primero de ellos, Fernando Botero Zea, nació en el año en el año 1956, en territorio mexicano. Este ha sido una figura política reconocida, siendo incluso viceministro de Gobierno, o ministro de Defensa, del gobierno de Ernesto Samper, entre los años 1994 y 1995, e investigado por enriquecimiento ilegal en el proceso 8.000.
Su segunda hija es Lina Botero, nacida en el año 1958, la cual se dedica a ser interiorista y editora de revistas de decoración, como la denominó la Revista Mercado en una entrevista en la que la llamaron “la heredera del arte contemporáneo”.
El tercer fruto de este casamiento sería el nacimiento de Juan Carlos Botero Zea, en 1960, año en que se acabarían separando sus padres. Él se ha dedicado a ser escritor, realizando la publicación de aproximadamente nueve obras literarias, por lo que también se encuentra en el mundo de la cultura, al igual que su padre.
Posteriormente, en el año 1964, Fernando Botero contraería matrimonio con Cecilia Zambrano, siendo padres del joven Pedro Botero Zambrano, quien fallecería en el año 1974, tras tan solo cuatro años de su nacimiento, al sufrir un trágico accidente de tránsito en el que también se encontraban sus hermanos Lina y Fernando, junto a sus padres. Fue un evento que conmovería a todo el mundo del arte por la gran pérdida que sufrió el ilustre artista colombiano, y que además dio paso a una de sus obras más reconocidas: Pedrito a caballo.
Finalmente, Botero se separaría de Zambrano en el año 1975, para posteriormente casarse con la artista Sophia Vari en 1978, con quien compartió buena parte de su vida hasta la muerte de Vari. Por lo tanto, es considerada su gran amor y su compañía, como lo expresó su hija Lina este 15 de septiembre, tras el fallecimiento del histórico pintor colombiano.