La obra más famosa de Leonardo da Vinci, la Mona Lisa, parece tener un tesoro escondido, o al menos eso es lo que dice un científico francés que ha estado analizando el retrato con una nueva tecnología. Pascal Cotte afirma que debajo de la famosa pintura se esconde otro retrato. El científico asegura que ha pasado los últimos 10 años analizando la pintura con tecnología de luz reflectante. Sin sonrisa Aparentemente, la modelo anterior no muestra ni la famosa mirada directa de la pintura que cuelga en el Louvre, en París (Francia) ni hay rastros de la enigmática sonrisa que ha intrigado a los amantes del arte por más de 500 años. Las afirmaciones de Cotte son controvertidas y están dividiendo la opinión de los especialistas en el artista renacentista. Cotte es cofundador de la empresa Lumiere Technology en París y en 2004 el Louvre le dio acceso a la pintura. Cotte es pionero de una técnica llamada Método de Amplificación de Capas (MAC), que utilizó para analizar la Mona Lisa. Esta funciona "proyectando una serie de luz intensa" sobre la pintura, dice Cotte. Funciona a través de cámara que después toma medidas de los reflejos de la luz y, con esos límites, Cotte asegura que fue capaz de reconstruir lo que ha ocurrido entre las capas de la pintura. La Mona Lisa ha sido objeto de varios análisis científicos durante más de medio siglo. Técnicas más recientes incluyen inspecciones de infrarrojo y escáner multiespectral. Pero el científico afirma que su técnica es capaz de penetrar más profundamente en la pintura. "Ahora podemos analizar exactamente lo que está ocurriendo dentro de las capas de pintura y podemos pelar todas ellas como si fuera una cebolla", asegura. "Podemos reconstruir toda la cronología de la creación de la pintura", añade. "Romper muchos mitos" Se cree que Leonardo trabajó en la obra entre 1503 y 1517, mientras estaba en Florencia, y después en Francia. Por mucho tiempo se ha debatido acerca de la identidad de la Mona Lisa. Durante siglos se pensó que era Lisa Gherardini, la esposa de un comerciante de seda florentino. Pero Cotte afirma que sus descubrimientos desafían esa teoría. Cree que la imagen que ha reconstruido bajo la superficie de la pintura es la Lisa original de Leonardo y que el retrato bautizado como Mona Lisa durante más de 500 años es, de hecho, de una mujer diferente. "Los resultados rompen muchos mitos y alteran para siempre nuestra visión de la obra maestra de Leonardo", asegura. "Cuando terminé la reconstrucción de Lisa Gherardini, yo estaba frente al retrato y ella es totalmente diferente a la Mona Lisa de hoy. Esta no es la misma mujer". También asegura que encontró otras dos imágenes bajo la superficie de la pintura: el contorno borroso de un retrato con una cabeza y nariz enormes, manos más grandes y labios más pequeños, y otra imagen de una Madonna (virgen) en los grabados de Leonardo de un tocado de perlas. "Mona Lisa es Lisa" Sin embargo, Martin Kemp, profesor emérito de historia del arte de la Universidad de Oxford, Inglaterra, no está convencido. "Estas (imágenes de Cotte) son ingeniosas al mostrar lo que Leonardo podría haber estado pensando. Pero la idea de que hay una pintura escondida debajo de la superficie es insostenible", asegura. "No pienso que existan estas etapas discretas que representan retratos distintos retratos. Lo veo más o menos como un proceso continuo de evolución. Estoy absolutamente convencido de que Mona Lisa es Lisa", dice el profesor Kemp. El historiador de arte Andrew Graham-Dixon realizó un nuevo documental de la BBC llamado "Los secretos de la Mona Lisa", en el que estudió documentos históricos vinculados a la pintura junto con los hallazgos científicos de Cotte. "No tengo dudas de que ésta es definitivamente una de las historias del siglo", dice Graham-Dixon. "Probablemente habrá renuencia de parte de las autoridades del Louvre para cambiar el título de la pintura, porque de eso estamos hablando: es adiós a Mona Lisa, ella es otra persona".