A sus 61 años, Sebastián Guzmán es bastante lo que ha vivido y gozado. El soundtrack de su vida han sido los ritmos del Carnaval de Barranquilla, su ciudad natal. Sonríe, habla pausado y denota cierta timidez, pero su historia de vida demuestra la grandeza de su corazón y el carácter fuerte que destaca a un líder.

Sebastián Guzmán fue elegido como rey momo entre 20 participantes que se postularon. | Foto: Oscar Berrocal

El rey momo tiene claro que para ser un buen rey hay que servir primero. Tiene un hogar de bienestar donde 13 familias, niños y embarazadas reciben de su orientación y conocimiento. Al igual que muchos jóvenes que asisten a los ‘Campamentos juveniles’, un programa del Ministerio del Deporte que busca formar líderes positivos. Asimismo, participa como voluntario en ‘Nuevo comienzo’, donde aprende de los ancianos “para no repetir sus errores”, dice.

Además de ser un líder comunitario, es un experto del Carnaval. Sus inicios como bailarín, con uno de los grandes como Carlos Franco, le permiten gozarse junto a la reina, Natalia De Castro, cada una de las danzas de esta tradición. Su paso por logística le permite comprender lo que hay detrás del telón y más de 15 años como preparador de reyes momos confirman aquel viejo dicho que “está más preparado que un yogurt”.

Sebastián Guzmán lleva 15 años preparando a los reyes momos. Era la mano derecha de quienes hoy son sus antecesores. | Foto: Oscar Berrocal

“Es todo un bagaje que yo digo: Dios, gracias por darme la oportunidad de poder tener ese contacto directo y de sensibilizarme como ser humano, porque yo pienso que todo ser humano vino al mundo por algo. Alguna razón tuvo que llegar hasta acá. Y la mía es servir. Y felizmente lo hago. Cuando mi mamá estaba viva me decía que yo era más oscuridad pa’ la casa y claridad pa’ la calle. Pero era que yo veía muchas más necesidades afuera que adentro. Entonces cubría poquito lo que podía cubrir acá. Yo soy de los que pide pa’ todo el mundo y no pide pa’ uno. Mi mamá se mareaba por eso. Pero alcanzó a entenderlo”, dice Guzmán.

Hace más de una década empezó detrás de la escena real. Sebastián guiaba cada uno de los pasos de los reyes momos, donde les enseñaba a hablar con profesionalismo, a comportarse como reyes e incluso a aprender que las lentejuelas lucen mejor bajo la luz de la noche.

“De allí no me movieron más. Entonces cada año yo iba viendo que había problemas, porque al rey momo no lo trataban como debía ser, no le abrían las puertas, no le daban las posibilidad y yo empecé a pelear esa figura. No tanto a la persona, sino la figura. Yo me le paraba a los logísticos y les decía su poco e’ cosa. Yo a los que contrataban les decía: yo me siento muy triste por el trato que le dan al rey momo. Al rey momo lo tienen que tratar igual que la reina. Fuimos avanzando y avanzando. Después me arriesgué a tocar una puerta y a decir: el rey momo no tiene pa’ ponerse tal día, por favor ayúdame. ¡Prum! me le dieron un vestido. Y después fui a otro lado...Cuando vine a ver, me vi tan inmerso que cada año les conseguía algo más, algo más, algo más”.

La cumbia es uno de los ritmos favorito del rel rey momo 2023. | Foto: Oscar Berrocal

Para Sebastián, el servicio es parte de su propósito de vida. Mientras pueda hacerlo, deja su grano de arena, sin importar si no llega la cosecha. Por eso, en el barrio El Pueblo lo conoce todo el mundo. Además de sus diferentes experiencias, se suma a su hoja de vida el adjetivo de “fundador”, pues gracias a él existe el Carnaval de Suroccidente, una celebración que nació para incluir a todos.

“Este año cumplimos 29 años de estar vivos. Empezamos con 4-5 comparsas. Lo hacemos un sábado antes del Carnaval. En ese entonces éramos una red de grupo juveniles y quisimos… como una forma de protesta porque empezaron a salir los palcos y ya la gente no podía ver. A parte de eso, para mí como Sebastián era: ¿por qué si tú te muestras allá con un poco de gente que no te conoce, por qué no te muestras acá también? Acá que está tu familia en la puerta de tu casa viendo salir. Por allí lo enfoqué”.

Después de ayudar a construir el camino de otros reyes, Sebastián pensó en que era su turno. Aunque pocos lo sabían, porque no solía mencionarlo, su deseo por ser soberano vibraba en su corazón. Sin embargo, en el 2020 la pandemia apagó aquella ilusión y le tocó, como hizo el covid con muchos, aplazarlo.

El 2 de noviembre, Sebastián celebraba su cumpleaños junto a “su pelaera”, como él les dice de cariño a los niños que lo rodean. A las 7:00 de la noche, luego de comprar el pudín para celebrar su nacimiento, aquel deseo al soplar la vela se había cumplido.

“Y a las 7:30 de la noche me llaman a decirme: Sebastián, te va a llamar el alcalde. Ten el celular cargado porque te va a llamar para decirte que tú eres el rey momo del Carnaval 2023. Entonces yo me reí. Y me preguntan: ¿por qué te ríes? ¡porque menos mal que hoy no es 28 de diciembre, Día de los Inocentes! (risas)”

El 21 de enero Sebastián Guzmán realizó junto a la reina Natalia De Castro la lectura del bando, evento que da inicio oficial al Carnaval de Barranquilla. | Foto: Oscar Berrocal

La llamada nunca llegó, pero a Sebastián le tocó cumplir con la cita que le habían indicado, ir a Casa del Carnaval a recibir la banda que, aunque él no creía que era su dueño, sería su nuevo accesorio diario. Entre fotos, flashes y muchas personas en el lugar, comprendió que sí era cierto, que había llegado su momento, pasar detrás de escena a ser el protagonista de ella.

“Hoy que me toca ser rey momo y no es fácil. Porque yo solo decía: vaya, haga, diga; pero llegar uno... Por lo menos el día que fui a recibir la banda como rey momo y yo salgo y ese montón de cámaras y ese montón de fotos y ese montón de cámaras de televisión pegadas al frente mío. De pronto me decían: aguanta rey, devuélvete. Y yo estaba como en una nube yo decía: ¡Dios, ¿será verdad? ¿será mentira? ¿estoy soñando?!”

El cariño de la gente es lo que más le gusta del Carnaval, además de pararse a bailar una cumbia, uno de sus ritmos favoritos. Es amante de la tradición y de enseñar a los demás el origen de ella. Tiene claro que más allá de una danza hay una historia, la cual es importante conocer.

“Lo que me hace levantar es la cumbia. Lo que me hace vibrar el mapalé. Lo que me hace soñar el congo. Y lo que me aterriza y me despierta y me deja estático es un porro. A mí el folclor en general me mata. Nuestro folclor en general es hermoso”.

Para Sebastián Guzmán lo que más le gusta de ser rey momo es el cariño de la gente. | Foto: Oscar Berrocal

El sábado, 18 de febrero, es su día especial. Sebastián Guzmán desfilará por la calle 17, rodeado de aquellos que en primer lugar recibieron su apoyo: otros reyes momos.

“El desfile de la 17 yo sueño que estén todos los reyes momos. Que estén los 28 reyes momos, a excepción de los que ya se fueron… Ese es el desfile de nosotros y mío. Compartir esa gente con el pueblo pueblo, es fascinante. (...) Van grupos folclóricos nuevos, completamente nuevos. A encontrarme con la gente. Eso irá a ser un chorro de lágrimas. Después de a pie ir en un tráiler y decirles: ¡aquí está tu rey!”.

Dicen los curramberos que no es tanto ponerse el traje de marimonda, sino los brincos que hay que dar. Sebastián conoce al pie de la letra el significado de este refrán. Aunque sus pies ya conocían el camino real, su rostro era poco conocido. Hoy Barranquilla tiene a un rey momo, a un líder y a un servidor.

Sebastián Guzmán es uno de los fundadores del Carnaval de Suroccidente. | Foto: Oscar Berrocal