El fotógrafo y editor manizaleño Santiago Escobar-Jaramillo, presentó el más reciente fotolibro de su autoría, El pez muere por la boca, publicado por Raya Editorial y Matiz Editorial, en el marco de la 15a Feria del Libro ciudad de Manizales. Como suele suceder con los trabajos de este creador, es un resultado sensible de hechura cuidada y única.
El trabajo reflexiona sobre la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia en contextos de narcotráfico y pesca. Porque la línea de playa conecta el mar (o río) con el continente (o tierra firme), y en ese continente habitan comunidades anfibias con largas tradiciones de música, baile, peinado, juego y celebración. Así como de agricultura, gastronomía, turismo, observación de ballenas y naturaleza.
Pero esta paz está permeada por presencia paramilitar, violencia y narcotráfico, y es en esa intersección que Escobar-Jaramillo opera: para registrarla, pero también para congregar visiones sobre ella, desde la misma comunidad y otras voces.
Y es que en estos lugares se dan fenómenos únicos... Porque el narcotráfico necesita salida a la costa para sacar su producto al mar. Y en estos recorridos en lanchas rápidas, si son interceptados por la Armada o fuerza naval de Colombia, su forma de fuga es soltar la carga para hacer más liviana la embarcación. Y entonces, los pescadores de poblaciones como Rincón del Mar, Sucre, en el Atlántico, o de Bahía Solano, Chocó, en el mar Pacífico, ocasionalmente encuentran estos paquetes, y les pueden significar los ingresos de un año de trabajo, y/o rumbas de tres días. A esta fortuna fortuita se le ha llamado “pesca blanca”.
Algunos pescadores sucumben ante la presión de la oportunidad, mientras que otros se mantienen firmes ante los embates de la ilegalidad. Quizá porque saben que personajes tan macabros como Pablo Escobar o “Cadena” reinaron en estas tierras y condicionaron la vida diaria y las reglas de la comunidad.
El pez muere por la boca es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad participa en la creación de las imágenes. Los contrastes entre las tradiciones (estados pacíficos o de paz) y la presión armada (grupos paramilitares y de narcotráfico) son expresados en diferentes acciones, paisajes, cuerpos y objetos. La cotidianidad se entremezcla con la construcción de las escenas.
Aquí, el acto performático se confunde con el vaivén de la realidad, como un canto a ese límite indefinido entre mar y tierra.
El fotolibro hace parte de un universo transmedial que incluye realidad aumentada y animaciones, dibujos y maquetas, instalación y exposición, banda sonora y pieza audiovisual. El escritor y periodista Simón Posada Tamayo presta su pluma en un texto que conjuga la pesca deportiva con la “pesca blanca”. Las animaciones son una colaboración entre el autor y Carlos Piedrahita, la realidad aumentada es desarrollada por Luisa María Bedoya.
El trabajo es impreso en Manizales por Matiz Taller Editorial en tiraje de 1.000 ejemplares y estas son sus características. Encuadernado: Tapa semi-blanda con solapas + cuerda con girador de pesca. Papel: Papel brillante de 125 y 150 gramos. Impresión: 5x5 color Tinta Sephira. Páginas: 256. Fotografías: 224. Tamaño: 18.9 x 25 cm / 7.44 x 9.84 in. Portada: Troquelado como escamas. Incluye: Póster de 48 x 68 cm + Calcomanías + Instructivo para realidad aumentada. Idiomas: Español e inglés
*Puede apoyar el proyecto adquiriendo el fotolibro en este link: https://vaki.co/es/vaki/el-pez-muere-por-la-boca