En el mundo se estima que hay al menos 429 millones de personas que practican las religiones tradicionales, es decir, “alrededor del 6 % de la población total del mundo”, de acuerdo con Xataka. En países de América Latina, la religión cristiana ha sido la más popular y países como Colombia cuentan con una gran mayoría de personas que se auto consideran como creyentes de Dios.
En el caso de la religión católica o cristiana, una de las prácticas más frecuentes es la oración, ya que esta se reconoce como un medio a través del cual se puede conversar con Dios, permitiendo así una conexión directa entre esta figura y sus creyentes.
La oración ha sido una parte fundamental de la vida humana para reconfortar a las personas, reavivar las esperanzas y sentir un apoyo o una sensación de fortaleza ante las decisiones difíciles de la vida.
A partir de esto, existen distintas oraciones, las cuales van dirigidas hacia diferentes fines o figuras, así como también algunas cadenas de rezo, como lo puede ser, por ejemplo, el rosario.
Este suele ser un rezo bastante común dentro de la religión, gracias a la forma en que permite conectar a los seres humanos con Dios, la virgen y el Espíritu Santo de manera general, ya sea para encomendar a un ser querido o solicitar el cumplimiento de un milagro.
Ya sea de manera individual, o en familia, especialmente durante el mes de diciembre, por la navidad, donde las celebraciones religiosas son más frecuentes, el Rosario es una de las oraciones más populares en países de América Latina, particularmente en Colombia.
Para muchos creyentes, este se trata de un acto sagrado, el cual se debe cumplir con exactitud y a cabalidad, sin embargo, para poder permitir esto, es necesario tener en cuenta ciertas puntualidades concretas.
Y para hacer que el Rosario tenga la intención de pedir por un milagro o una solicitud que parece casi imposible, se recomienda acompañar este rezo con la siguiente oración, para conectarse con Dios y así hacerle saber las peticiones más importantes para el creyente.
Oración por un milagro
(Nombre por el que llamas a la Divinidad): Ahora que estoy aquí en tu presencia, que me concedas un milagro te pido, y llego a ti con toda mi inocencia.
Con convicción de que tu amor eterno, me ampara y me llena de tu esencia, tú que para mí deseas todo lo bueno, obra tu gran amor en mi conciencia.
Te doy las gracias por todo tu sustento, y en tus manos pongo mi gran sueño. Siento en mi ser tu divina verdad, y el milagro que pido con empeño.
Bajo tu gracia, Voluntad Divina, y con el bien de todo el mundo en mente, que se haga todo de manera perfecta, te doy las gracias por oírme siempre.
Amén.
Luego de hacer esta oración y hablar con Dios, contándole el milagro que se necesita se recomienda realizar el Rosario de manera habitual. La realización del rosario consta de rezar 3 veces el Avemaría para la Santísima Virgen, buscando honrar su figura por 3 motivos puntuales, como lo son, por ejemplo, el poder que le fue otorgado por Dios, la sabiduría de haber sido elegida por Dios Hijo como su madre, y la misericordia que recibió por parte de Dios Espíritu Santo al ser su esposa inmaculada, de ahí proviene que este rezo sea realizado 3 veces.
De esta manera, se suele recomendar que estos rezos se realicen de manera diaria, con el fin de poder potenciar la espiritualidad del cuerpo humano, siempre y cuando se realice a través de estos 3 Avemarías, acompañados por un Padre Nuestro, y un Gloria.
Es importante tener en cuenta este tipo de prácticas a la hora de hablar de los cultos religiosos, ya que, de esta manera, se pueden atraer distintos beneficios para la vida humana, especialmente en temáticas referentes a la salud, la prosperidad, o el cuidado de los prójimos, siempre y cuando sean encomendados a Dios de manera sincera, y con gran devoción de manera constante.