Dentro de los cultos religiosos, existen distintos actos y celebraciones puntuales, los cuales son reconocidos como sagrados o de gran relevancia para quienes son practicantes de estos cultos. A través del tiempo, algunas de estas se han mantenido, mientras que algunas han evolucionado en su forma de ser percibidas por la sociedad.
En cuanto a aquellas que siguen ocupando un puesto clave en el ámbito social del ser humano, es importante destacar al matrimonio, especialmente en lo que se refiere al amor, y a la unión de pareja, siendo este un acto donde se consagra la misma, y se celebra el compromiso que poseen ambos seres humanos.
A partir de esto, existen ciertas puntualidades respecto a la forma de celebrar este acto, así como también, la forma en que debe convivir la pareja una vez se consuma esta unión matrimonial, sin embargo, es necesario mencionar aquellos pasos en los que estas personas pueden sufrir algún desencuentro que los lleve a la separación.
En tiempos antiguos, la separación estaba muy mal vista por la iglesia y el ámbito religioso, con algunas excepciones donde podía ser aceptada, como por ejemplo, el adulterio, sin embargo, aunque se haya presentado cierta evolución en la sociedad y en las nuevas generaciones, algunas personas siguen adquiriendo un sentimiento de culpa religiosa al llevar a cabo estas separaciones luego de haberse unido en sagrado matrimonio.
Sin embargo, este tipo de actos para algunos creyentes puede incluso verse empeorado, si las personas tiempo después de haber realizado esta separación, vuelven a realizar la unión matrimonial con otra persona externa a su relación anterior. Por lo que en este tipo de casos, se hace relevante resaltar aquellos casos en los que la Biblia permite separarse y volverse a casar.
¿En qué casos es posible el divorcio y casarse de nuevo?
De acuerdo con lo expresado dentro de la Biblia, existen dos casos puntuales en los que la religión permite la separación, y volver a casarse, el primero de estos se presenta cuando ha ocurrido un adulterio durante la relación pasada, por lo que se puede considerar que en este tipo de prácticas inmorales, el afectado puede volver a casarse, siempre y cuando se libre de la primera unión, para no incurrir en este adulterio de igual forma.
Por otro lado, el segundo de estos casos, es aquellos en donde se consuma la separación entre un creyente, y alguien que no es cercano a la religión, por lo que se le permite al creyente casarse nuevamente, en caso de que su pareja lo abandone, como se puede evidenciar en la Biblia, a través de Corintios 7:15, donde se establece que:
“Pero si el incrédulo se aparta, apártese; que el hermano o la hermana no está sujeto a servidumbre en semejante caso; antes a paz nos llamó Dios.”
Por lo que, si bien, la unión entre un creyente, y un incrédulo es apoyada por la iglesia, se le permite al creyente casarse nuevamente, en caso de que se presente una separación por abandono de la segunda parte.
De esta manera, es importante resaltar el papel del matrimonio en la sociedad, no solo como un acto de unión, sino también como un elemento clave para la religión, siendo recomendados en este tipo de casos, ciertas puntualidades concretas al realizar su celebración.