“Nunca pretendimos ser famosos o tener dinero, solo disfrutar haciendo música”, revela con sencillez y afabilidad el polifacético y sensorial baterista de Clutch llamado Jean Paul-Gaster, que habló con nosotros antes de aterrizar en Bogotá, donde al fin se encontrará con su público colombiano.
En el ámbito de los conciertos siempre se hablará de debuts, visitas, regresos, cancelaciones, expectativas, ilusiones, decepciones, críticas y elogios. Siempre hay y habrá algo para decir. En esta ocasión, el debut y la expectativa ocupan una buena parte de lo que será la primera visita de Clutch a Colombia, porque no solo fue pospuesta a causa de la pandemia, también era una deuda con el público latinoamericano, que llevaba mucho tiempo esperando a los originarios de Maryland. Con una carrera de más de 30 años, con su alineación intacta, con un nuevo álbum, y otro en construcción, Neil Fallon, Tim Sult, Dan Maines y Jean-Paul Gaster por fin llegarán al país; el escenario elegido es el Ace of Spades, de Bogotá.
Un encuentro vía Zoom, al otro lado de la pantalla apareció Jean-Paul Gaster, el legendario baterista, uno de los mejores y más versátiles con su instrumento. Es tan afable que bien podría ser un familiar que está pasando vacaciones en medio del caluroso verano estadounidense y quiere contar algunas vivencias y anécdotas.
La conversación comenzó, como era de esperarse, con nuestra indagación acerca de las expectativas que tiene la agrupación de presentarse por primera vez en Colombia, y de cómo creen que será pisar tierras latinoamericanas después de tanto tiempo de espera de la gente. Gaster, con una gran sonrisa, respondió: “Los muchachos y yo estamos muy emocionados de tocar en Colombia, sabemos que el público en Latinoamérica es muy apasionado por la música. De seguro será una locura, eso nos entusiasma bastante, y más por ser la primera vez en el país. Todos estamos muy contentos”.
Ante su respuesta, fue inevitable inquirir sobre la fallida gira por estas tierras por culpa de la pandemia y cómo los afectó como músicos, además de cómo impactó la creación y producción de su disco Sunrise on Slaughter Beach, lanzado en 2022. Gaster asintió con la cabeza, levantó las cejas y respondió con un previo suspiro: “La verdad fue algo muy complejo; sin embargo, y a pesar de las dificultades, seguíamos haciendo lo que más nos gusta, que es tocar música. Y eso no fue un impedimento en ese aspecto, pero lastimosamente tuvimos que suspender la gira y perder la posibilidad de tocar en lugares en donde nunca habíamos estado. Fue una lástima, pero hoy en día aquí estamos y seguiremos tocando hasta que nuestros cuerpos lo soporten”. Y en esto último fue categórico en el deseo de tocar hasta que el cuerpo aguante. Después de más de 30 años de grabar y presentarse en giras, este hecho prueba que estos músicos disfrutan la vida que han construido.
A propósito de giras y conciertos, le preguntamos sobre lo que el público colombiano puede esperar de su primera visita al país, pues el tour ha generado mucha expectativa en esta parte del continente. El ‘pariente’ Gaster sonrió de nuevo, con el brillante sol de la tarde reflejado en sus gafas oscuras: “Puedo garantizar que daremos un recorrido por toda nuestra discografía y trataremos de sorprender a nuestros seguidores. Cada lugar donde toquemos en esta gira latinoamericana tendrá un set list distinto. Por ejemplo, en Colombia tocaremos material diferente al que tocaremos en México o en Brasil. Cada ciudad de la gira no repetirá las mismas canciones”.
Así pues, Clutch no se encasilla, ni repite, ni se estanca. Y esa sorpresa que ofrecerá se amplifica gracias a una carrera de más de 30 años, con 13 álbumes de estudio y un repertorio amplio y diverso que mezcla sonidos y géneros. Habrá una avalancha musical que Clutch tiene preparada, pero hay que ponerse en el lugar de los hechos para experimentarla.
Se sabe, además, que están trabajando en un nuevo disco; y sobre qué se puede esperar de lo que vendrá, el baterista respondió: “Es una pregunta difícil, pues muchas veces no nos enfocamos en componer canciones con antelación. La música va surgiendo a medida que nos reunimos para ensayar. Cada uno hace un aporte que va construyendo la música y va dando forma a las canciones; así que, para el próximo álbum, no tenemos nada definido aún. Eso se irá dando a medida que tocamos y ensayamos”. Llegará un nuevo álbum, pero sin spoilers, y eso lo dicta su proceso de composición.
Fue entonces que nos enfocamos en el trabajo más reciente, Sunrise on Slaughter Beach, producido por el reconocido Tom Dalgety, quien ha trabajado con Killing Joke, Pixies, Rammstein, Royal Blood y Ghost, entre otras bandas reconocidas. Sobre la experiencia de trabajar con el inglés y si hay planes de continuar grabando con él, entusiasmado, Gaster nos dijo: “Es una buena pregunta porque, simplemente, Tom es un tipo increíble. Es alguien muy profesional y comprometido; conozco su excelente trabajo desde hace tiempo y siempre habíamos querido trabajar juntos. Los muchachos y yo disfrutamos compartir con él. Y sí, esperamos continuar trabajando a su lado por mucho más tiempo. Su dedicación, conocimiento y energía son grandiosos”. La combinación Dalgety-Clutch seguirá enriqueciendo la discografía del cuarteto, para felicidad de sus seguidores.
Los trabajos discográficos y las presentaciones no dejan dudas de la versatilidad musical que estos cuatro músicos conjuran unidos, y sonidos variados han sido una impronta de su propuesta. En cuestión de géneros, así como lo hizo Lemmy Kilmister, ellos van a la base matriz afirmando que lo que tocan es rock and roll.
Quisimos llevarlo a hablar de los distintos sonidos que les fluyen como banda, y le preguntamos sobre su disco favorito de Clutch, que reconocemos muy diversos en su naturaleza. Con las cejas hacia arriba nuevamente y los dientes brillando, Gaster sentenció esta como otra pregunta difícil y respondió: “Como lo mencionaron, cada disco es un producto diferente, y se pueden encontrar influencias que van desde el hard rock, el blues, el funk, el jazz, entre otros géneros. Realmente disfrutamos experimentar diversos ritmos. Nuestro objetivo desde el principio fue tocar la música que disfrutamos, así que para mí en lo personal es muy difícil elegir un trabajo en particular de la banda”.
Dialogando de música y sonidos, no se podía pasar por alto preguntarle a uno de los mejores y más versátiles bateristas de rock en la actualidad sobre sus influencias. Y una versión adolescente de Gaster pareció responder: “Cuando comencé a tocar batería me encantó el instrumento. Nunca pretendimos ser famosos o tener dinero, sino, como mencionaba, disfrutar haciendo música, y siempre he disfrutado interpretar mi instrumento. Puedo decir que, como baterista, más que fijarme en algún músico en particular, siempre me he fijado en el equipo (percusiones). Me encantan los sets de batería en los que pueda experimentar nuevos matices y sonidos. Obviamente admiro a muchos músicos, crecí escuchando jazz y debo mencionar a Buddy Rich y a Art Blakey; luego empecé a escuchar heavy metal y conocí a Bill Ward (Black Sabbath). Así que si me piden que mencione a una gran inspiración, ese sería Bill Ward, simplemente es increíble”.
Si me piden que mencione a una gran inspiración, ese sería Bill Ward, simplemente es increíble
Antes de cerrar la conversación, y en vista de lo ocurrido recientemente en Estados Unidos, se tocó la coyuntura política, que, para bien o para mal, está en ojos de todo el mundo, pero Jean-Paul tomó la distancia que toma la propia música. “Realmente ninguno en la banda quiere ser visto con alguna posición política en particular, pues para nosotros es más importante la música. No nos gusta mezclar nuestras letras o música con alguna tendencia en específico, así que los muchachos y yo preferimos estar enfocados en lo nuestro y ser reconocidos únicamente por nuestro trabajo”, aseguró, dejando en claro que el mensaje universal de Clutch es el que transmite su música, nada más.
Al momento de terminar el encuentro, sus hermanos de banda (weirdos, como los definió entre risas) esperaban a Gaster para seguir en correrías y dar los toques finales antes de partir a Latinoamérica. “Espero ver a todas las personas maravillosas de Colombia el 24 de julio. ¡Nos vemos pronto!”, dijo al despedirse, y entonces finalizó la reunión por Zoom.
Al escucharlos, al hablarles, no quedan dudas de que cuando la oportunidad se presenta, hay que ver a ese cuarteto de hermanos extraños tocando rock, sin sellos ni marcas, narrando historias que pueden ocurrir en cualquier calle o campo de cualquier continente, sobre personajes sacados de un libro o de una película de ciencia ficción. Su propuesta ha sonado durante tres décadas y vale la pena aprovechar la fortuna de verlos llenar el espacio sonoro de Bogotá, de pisar con ellos el embrague y comenzar una aventura en carretera sónica.