"Cambiar las reglas del juego" Armando Hart Dávalos, entrevista de Luis Báez, Editorial Letras cubanas, La Habana, Cuba, 1983, 124 páginas La entrevista del ministro de Cultura cubano, Armando Hart, al periodista Luis Báez nos permite dar una mirada a la polémica sobre el manejo de la cultura en la isla. Tanto se ha comentado sobre los casos de Heberto Padilla, Cabrera Infante o Armando Valladares, tanto se ha hablado de la imposición autoritaria de cánones culturales soviéticos y la persecución a las formas culturales de indole religiosa, que era necesaria esta intervención del ministro Hart para que diera la versión del régimen sobre el asunto.La cuestión se resuelve, según Hart, en el cambio de las reglas del juego, que ha efectuado el régimen en el campo de la cultura, vertiendo todas las formas culturales extranjeras y nativas en el molde del socialismo cubano, que parte de la erradicación del analfabetismo, la participación de todo el pueblo en la creación y el consumo de la cultura y se proyecta hacia el exterior como el importador y exportador del arte y la literatura más importante en el continente.El ballet de Alicia Alonso, la Nueva Trova Cubana, la música popular, la poesía, la narrativa, la plástica, ya se han convertido en patrimonio cultural latinoamericano. A su vez, las novelas de Cortázar, García Márquez, Benedetti; los movimientos culturales del Brasil en la narrativa y el cine; la plástica latinoamericana; todos estos fenómenos han sido acogidos por los cubanos como suyos propios. Los concursos literarios y científicos de Cuba se han convertido en la referencia obligada de los autores y los investigadores del continente.Sobre todo, en la entrevista, se insiste en un criterio totalmente alejado de la imposición burocrática de los cánones culturales, y la absoluta libertad para crear a católicos como Lezama Lima, así como a socialistas del corte de Alejo Carpentier, para mencionar dos desaparecidos. Sobre los errores que ha podido cometer la dirección cubana en el manejo de los asuntos culturales, el partido único y la coacción a la libertad que puede surgir de allí, las relaciones con España y los intelectuales norteamericanos, Hart presenta una visión abierta, de alguien que conoce todo el panorama político nacional e internacional, como quiera que es él uno de los que desembarcaron en el Granma y originaron la revolución más controvertida en Occidente.El bloqueo de información ha impedido que se conozcan ampliamente estos logros culturales de Cuba, en los que están comprometidos desde los obreros, mujeres y conductores de taxi cubanos hasta los eminentes intelectuales latinoamericanos Cortázar, García Márquez y Benedetti.-- Libardo González Los libros del mes Antecedentes de la constitución de Colombia de 1886 Editorial Plaza y Janes. Bogotá. 1984 El clima intelectual y político en el que se prepara el nacimiento de la Constitución de 1886 es el panorama del cual este libro da cuenta en forma completa. La manera como se fueron fermentando sus principios, las corrientes ideológicas que aportaron sus luces, las fuentes teóricas y los antecedentes históricos que hicieron que la constitución imprimiera en su carácter una voluntad colectiva, se desarrolla en este volumen --prologado por Belisario Betancur-- en arreglo a los mejores principios del historiador. Las fuentes, los documentos, los debates, la política, antes que el anecdotario de bolsillo. Una ocasión propicia para conocer y comprender cabalmente uno de los más admirables capítulos de nuestra historia ilustrada: los que dieron paso a la magna constitución.* * * *La cabeza del cordero. Francisco Ayala. Alianza Editorial. Madrid. 1983 Francisco Ayala, Premio Cervantes 1983, expresa en forma narrativa los dolorosos recuerdos del conflicto bélico en una España desgarrada por los trágicos años de la guerra civil. Los cinco relatos ("El mensaje", "El tajo", "El regreso", "La cabeza del cordero" y "La vida por opinión") que integran este volumen poseen la unidad temática que les transmite un acontecimiento clave de la historia contemporánea, el sangriento combate fratricida de aquellos años convulsionados. Así la guerra civil aparece unas veces como presagio y otras como pasado más o menos pretérito, pero de todas formas se halla presente "bajo el aspecto permanente de las pasiones que la nutren".-Enrique Pulecio Mariño