El Holocausto nazi ha sido uno de los capítulos más lamentables y atroces de la historia de la humanidad, que día a día se mantiene vigente y se estudia a profundidad con el único objetivo de visibilizar todo lo que conllevó para que jamás se vuelva a repetir.
Por eso, diferentes gobiernos, instituciones y organizaciones siguen trabajando arduamente para entender y conocer un poco más de lo que sucedió en los campos de concentración.
La Iglesia católica ha sido una de las instituciones que más ha quedado en la mira en cuanto a su respuesta en dicha época, puesto que fueron pocos los actos y los pronunciamientos que sus líderes tuvieron contra lo que hacían los nazis contra los judíos.
Siempre se ha dejado claro que el silencio del entonces papa Pío XII y su séquito de obispos se había dado por desconocimiento y prudencia; sin embargo, las evidencias históricas empiezan a determinar otra cosa.
Tal como publica el periódico italiano Il Corriere de la Serra y reseña el portal El País de España, se encontró en el archivo del Vaticano una carta con fecha del 14 de diciembre de 1942 que envió Lother Koenig, un jesuita conocido históricamente como uno de los miembros de la resistencia antinazi en Alemania en plena Segunda Guerra Mundial.
Dicha misiva la recibió el secretario personal de Pío XII, el alemán Robert Leiber, y en ella había información detallada sobre lo que sucedía en los territorios europeos ocupados por los seguidores de Hitler.
En dicha carta se expresaba de forma directa que se estaban asesinando alrededor de 6.000 judíos día a día en los hornos crematorios de varios campos de concentración en el campo de Belzec, cerca de Rava-Ruska, una porción de la Polonia ocupada y que ahora hace parte de lo que se conoce como Ucrania.
“La novedad y la importancia de este documento deriva de un hecho: ahora tenemos la certeza de que la Iglesia católica en Alemania envió a Pío XII noticias exactas y detalladas sobre los crímenes que se estaban perpetrando contra los hebreos… Sí, (Pío XII) lo sabía, y no solo a partir de entonces”, declaró Giovanni Coco, archivero del Vaticano.
Que esta carta haya sido encontrada en este momento no es un caso aislado, puesto que el papa Francisco ya había emprendido una campaña en la que dio la posibilidad de revisar todos los archivos del Vaticano para esclarecer, para mal o para bien, todo lo que ha conocido y conoce el Vaticano sobre hechos históricos como este, para así mostrar una transparencia en la Institución.
Esta carta ha generado un gran debate entre los defensores de Pío XII y aquellos que condenan su silencio ante el Holocausto.
Los que apoyan al actual del pontífice afirman que, a pesar de su silencio, “trabajó entre bastidores para ayudar a los judíos y no habló para evitar que empeorara la situación de los católicos en la Europa ocupada por los nazis”.
Sin embargo, sus detractores sí tienen claro que le “faltó el coraje para hablar sobre la información que tenía a pesar de las súplicas de las potencias aliadas que luchan contra Alemania”, tal como reporta El País.
Por ahora se espera que Coco lleve esta nueva información analizada y aterrizada a la próxima conferencia que se dará en el Pontificio Gregoriano, donde se hablará específicamente sobre Pío XII y el Holocausto, evento patrocinado por organizaciones católicas y judías, el Departamento de Estado de Estados Unidos y grupos de investigación del Holocausto israelíes y estadounidenses, que quieren conocer mucho más sobre este duro momento para la humanidad que aún hoy sigue doliendo especialmente a la comunidad judía.