El Señor de los Milagros es una de las advocaciones más veneradas en la religión católica, especialmente en países Latinoamericanos. Se trata de una imagen de Jesucristo crucificado que se ha convertido en un símbolo de fe y devoción para muchas personas.
Los más devotos acuden a esta representación sagrada para elevar sus oraciones y dirigirlas específicamente a Jesucristo, pidiendo su iluminación divina e, incluso, abogando por un milagro en determinados escenarios.
La religión católica agrupa un amplio listado de oraciones para recitar en honor no solo a Dios, sino también a sus ángeles y Santos. A continuación, uno de los rezos al Señor de los Milagros más populares:
Señor de los Milagros, porque te amo, he venido a visitarte para alabarte, bendecirte, y darte gracias por tantos favores que me has concedido.
Señor de los Milagros, porque te amo, me arrepiento de los pecados que he cometido. Te prometo comenzar desde hoy una vida nueva.
Señor de los Milagros, porque te amo, quiero verte presente en mis hermanos.
Señor de los Milagros, porque te amo, he venido a suplicarte como el leproso del evangelio: Señor, si quieres, puedes curarme. Perdona mis pecados y cura las enfermedades que me hacen sufrir.
Señor de los Milagros, porque te amo, me consagro a tu servicio, con mi familia, mis seres queridos, mis trabajos, estudios, problemas y alegrías.
Señor de los Milagros, porque te amo, quiero vivir contigo durante la vida, para vivir contigo en el cielo.
Oh María, Madre del Perpetuo Socorro, presenta esta consagración a tu divino Hijo. Amén.
Es oportuno mencionar que no todas las religiones atribuyen la misma importancia a la figura del Señor de los Milagros, de manera que cada corriente tiene sus propias dinámicas al momento de orar y profesar su fe.
Oración para pedir la bendición del Señor de los Milagros
A continuación, otra oración popular dentro de la religión católica para pedir la iluminación de Jesucristo, manifestado como el Señor de los Milagros:
Amado Señor de los Milagros, en este momento de humildad y devoción, nos postramos ante tu imagen sagrada para implorar tu divina bendición. Reconocemos tu inmensa bondad y poder, que a lo largo de los siglos has otorgado milagros y consuelo a aquellos que han acudido a ti con fe sincera.
Hoy, con corazones abiertos y llenos de gratitud, te pedimos que extiendas tus manos misericordiosas sobre nosotros y sobre todos aquellos que necesitan de tu ayuda. Bendice nuestras vidas con salud, paz, prosperidad y amor. Ilumina nuestro camino en momentos de oscuridad y duda, y danos la fortaleza para superar las adversidades que enfrentamos.
Te rogamos, Señor de los Milagros, que derrames tu amor y compasión sobre nuestras familias, amigos y seres queridos, así como sobre aquellos que están sufriendo y desamparados. Concédeles consuelo y esperanza en su hora de necesidad.
Te encomendamos a todos los enfermos, a los que luchan contra la adversidad, a los que buscan tu guía en sus decisiones y a todos los corazones que anhelan la paz y la reconciliación. Haz que tus milagrosas manos alivien sus cargas y les brinden solaz.
Señor de los Milagros, en tu infinita misericordia, acepta nuestras súplicas y bendice a toda la humanidad. Permítenos sentir tu presencia en nuestras vidas y renovar nuestra fe en tu poder para realizar maravillas. Amén.”