En la vida no siempre se puede estar bien, hay vueltas que no se pueden controlar y estas pueden ser traer dificultades y pruebas complejas, sin embargo, de la mano de Dios todo es posible de superar y de todo se puede aprender.
La Virgen María es un referente principal en la religión católica, por esta razón, a ella también se le busca para agradecer y hacer peticiones. Una de las advocaciones de ella es la ‘Virgen Desatanudos’, que el papa Francisco convirtió en un referente de la Madre de Dios.
De acuerdo con el portal Catholic.net en un templo alemán “lucía un cuadro de Johann Melchior Georg Schmittdner (1625-1705), pintado en 1699-1700 en estilo veneciano y con influencia barroca, que representa una advocación de la Inmaculada Concepción bajo el título de Knotenlöserin [la que desata los nudos”.
El mencionado poral habla de un libro que escribió Eduardo Mattos de la ‘Virgen Desatanudos’. En este relata que mientras el papa estaba 1986 en Alemania le entregaron un souvenir con la imagen del cuadro y fue entonces cuando dijo “no hay nudo que resista a las manos de la Madre de Dios. Basta tener fe”.
A esta virgen la suelen buscar para pedirle ayuda cuando hay problemas o se pasa por momentos difíciles en la vida, pues ella puede ayudar a desatar esos nudos. Para pedirle un milagro lo mejor es hacerle una oración. Diversos portales exponen algunas plegarias para ellas.
Oración a la ‘Virgen Desatanudos’
“Santa María, desatadora de nudos, Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas. Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos recibas en tus manos, y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora Nuestra, y desata los nudos que impiden que nos unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos”.
Amén.
Referencias
La historia de Nuestra Señora Desatanudos, la devoción que S.S. Francisco regaló al mundo - Catholic.net