Desde que Donald Trump llegó a la presidencia de los Estados Unidos las ceremonias de premiación de las industrias culturales más importantes en ese país se han vuelto más políticas que en años anteriores. Esta vez el papel protagónico se lo llevó el colombiano J Balvin, quien tuvo la dicha de abrir los premios Grammy junto con los artistas Camila Cabello y Ricky Martin. Los tres latinos interpretaron versos de Mi gente y Havana como si fueran parte de una misma canción. Puede leer: J Balvin estará en Coachella, el festival musical más importante del mundo Durante el show inaugural el paisa se robó las cámaras, aunque poco detalle le dieron al hecho político de los premios: parte de la coreografía, mientras Cabello y Martin bailaban, consistió en que Balvin se sentara en una banca del escenario y abriera un periódico cuyo titular era un mensaje claro y contundente: Build bridges, not walls (construye puentes, no muros). El mensaje, sin duda, es una crítica directa al muro que quiere construir el magnate para impedir el ingreso de inmigrantes por la frontera con México. Los tres artistas han enviado consignas ese tipo contra Trump. Ricky Martin dijo “la xenofobia como estrategia política es de lo más bajo que puedes ir al buscar poder político”, y J Balvin se negó a cantar en Miss USA. Le recomendamos: J Balvin, otra vez favorito de Obama La frase ha ganado popularidad, incluso el papa Francisco, en su visita a Panamá hizo alusión al tema: “Esos constructores de muros que buscan dividir y abroquelar a la gente sembrando miedos”.