En la vida se conocerán una gran cantidad de personas que dejarán todo tipo de marcas. Algunas serán buenas y otras malas, pero todas dejarán enseñanzas que se puede tomar para evitar cometer errores o tomar malas decisiones en el futuro.

Es inevitable conocer o cruzarse en el camino con personas que no tengan buenas intensiones y que puedan hacer daño. Sin embargo, depende de cada quién saber alejarlo y evitar volvérselo a encontrar o seguir dejando que regrese.

Es en estos momentos cuando se puede acudir a Dios y a los textos sagrados para encontrar esa fortaleza para sacar a alguien de la vida. Los enemigos seguramente seguirán rondando, pero depende de cada quién alejarlos y evitar que regresen a hacer daño.

En los Salmos existen varios que hablan de esta fuerza de alejar a los que no tiene buenas intenciones y uno de estos es el Salmo 59 en el que David le pide al Señor que lo libere de sus enemigos.

Lo que dice de los diezmos y las ofrendas en la Biblia. | Foto: Getty Images

Salmo 59 para sacar a alguien de la vida y evitar que haga daño

“1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que contra mí se levantan.

2 Líbrame de los que hacen iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios.

3 Porque, he aquí, han puesto acechanza contra mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por transgresión mía ni por pecado mío, oh Jehová.

4 Sin delito mío corren y se preparan; despierta para venir a mi encuentro, y mira.

5 Y tú, Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah

6 Volverán al atardecer, ladrarán como perros y rodearán la ciudad.

7 He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?

8 Mas tú, Jehová, te reirás de ellos; te burlarás de todas las naciones.

9 A causa de su fuerza esperaré yo en ti, porque Dios es mi defensa.

10 Mi Dios, en su misericordia, irá delante de mí. Dios me hará ver a mis enemigos.

La biblia es la palabra de Dios para los creyentes y en ella encuentran versículos de protección. | Foto: Getty Images

11 No los mates, para que mi pueblo no olvide; hazlos vagar con tu poder y abátelos, oh Señor, escudo nuestro.

12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren.

13 Acábalos con furor; acábalos para que no existan más y sepan que Dios gobierna en Jacob hasta los confines de la tierra. Selah

14 Vuelvan, pues, al atardecer, y ladren como perros y rodeen la ciudad.

15 Anden ellos errantes para buscar qué comer; y si no se sacian, murmuran.

16 Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia, porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.

17 Oh fortaleza mía, a ti cantaré alabanzas, porque eres, Dios, mi amparo, mi Dios de misericordia”.