En la cultura de la religión cristiana, uno de los temas que más se suele abordar es el de los mandamientos de la ley de Dios, los cuales son considerados como importantes para poner en práctica en el diario vivir de las personas, principalmente de aquellas que son creyentes.
De acuerdo con el escenario digital de la organización Church of Jesuschrist, los mandamientos pueden ser comprendidos como instrucciones que da el todopoderoso para la humanidad, basados en el entendimiento y el amor mutuo.
En ese sentido, a través de estas leyes divinas se da muestra de la voluntad que tiene el señor, mientras prepara a quienes, por deseo propio, buscan “regresar a la presencia de Dios y obtener la vida eterna”.
Adicionalmente, los conocedores del tema religioso dicen que quienes aprenden a aceptar los mandamientos en su vida, los ven como una bendición y no como una obligación.
Por su parte, el portal Catholic.net consigna que, en la actualidad, hay quienes “han eliminado a Dios de sus vidas”, así que es necesario sentarse a reflexionar sobre la importancia que tiene la presencia del creador del cielo y de la tierra en todo el universo. Esto porque “los mandamientos son un camino para llegar al cielo y ser felices. Cuando los cumplimos, vivimos en paz”, agregan los seguidores de la cultura cristiana.
Así las cosas, ya sea porque desean rectificar las palabras sagradas o aprender de ellas, Bibliaon da a conocer los 10 mandamientos de la ley de Dios, según como se encuentran Éxodo 20:2-17.
Antes de compartir el decálogo de mandamientos bíblicos, los religiosos aconsejan llevar a cabo la lectura de estas palabras, haciendo una reflexión constante en la que se busque mejorar varios aspectos y, en lo posible, comenzar a practicarlos de la manera menos interesada y con amor.
Los 10 mandamientos de Dios
- No tendrás otros dioses delante de mí.
- No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy el señor tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen. Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.
- No tomarás en vano el nombre del señor tu Dios, porque el señor no dará por inocente al que tome su nombre en vano.
- Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día será sábado para el señor tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días el señor hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso el señor bendijo el día sábado y lo santificó.
- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que el señor
- No cometerás homicidio.
- No cometerás adulterio.
- No robarás.
- No darás falso testimonio contra tu prójimo.
- No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.