Las personas acostumbran a ponerse en contacto con Dios a diario, ya sea para agradecer por las bendiciones recibidas, para pedir que el Todopoderoso les ayude a cumplir con algunos propósitos o a satisfacer algunas necesidades particulares.
También es muy usual que dentro de sus oraciones quienes se consideran católicos le pidan a Dios que les brinde protección y una de las formas de hacerlo es con el Salmo 91, el cual destaca entre muchos en la Biblia. Los fieles suelen invocarlo en momentos de dificultad y peligro. Hace un énfasis especial en la protección divina y el cuidado que Dios ofrece a quienes confían en Él.
Es apropiado para diferentes momentos. Por ejemplo, en tiempos de peligro y angustia, en situaciones de miedo, en la enfermedad y también como una forma de agradecimiento. De igual forma, hay creyentes que lo rezan a diario antes de salir de casa, al ir al trabajo y para pedir al Señor que los ayude a enfrentarse a situaciones difíciles que puedan presentarse en su día a día.
Esto dice el Salmo 91, según el portal Tu Biblia online:
Salmo 91
1. Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente,
2. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.
3. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.
4. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.
5. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día.
6. Ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya.
7. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.
8. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos.
9. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación.
10. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
11. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.
12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
13. Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón.
14. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15. Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré.
16. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.