Para los creyentes de la fe y lo seguidores de la religión el saber que Dios está en el cielo a la espera debería aumentar el asombro, alegría y sentido de privilegio por ser sus hijos. Además de esto, despertar el interés por por tener el canal directo como lo es la oración para comunicarnos con Él.
Dios tiene prometido la divina salvación con la gracia de su amor eterno y este es el objetivo de todo aquel que le sigue, porque “el que no está de mi parte, está contra mí. El que no me ayuda a traer a otros para que me sigan, es como si los estuviera ahuyentando” (Mateo 12:29).
Pasar tiempo con Dios en oración es uno de los privilegios más emocionantes que tenemos como creyentes. Sin embargo, muchas personas siguen confundidas acerca de lo que es la oración y se preguntan por qué deberían hacerla.
Por su parte, la oración es el sinónimo de comunicación con Dios. Esta se hace en modo de alabanza confesando los pecados ante Él, dándole gracias y también pidiéndole por las necesidades y deseos propios y comunes.
“La oración es comunión con nuestro Creador. Cuando oramos, entramos en comunión amorosa con el Creador del cielo y de la tierra. Él nos ha invitado amablemente a una estrecha relación de alianza con Él a través de la persona y la obra de Cristo”, destaca el portal wordgo.org.
Vale la pena destacar que la oración es fundamental en la vida cristiana y católicos. A los creyentes se les ordena orar continuamente mientras se busca a Dios y se crece espiritualmente para llegar a Él.
Asimismo, no hay un límite de veces para orar a Dios y establecer comunicación con Él, pues es Dios quien dice por medio de Jesús.
En la parábola de la viuda inoportuna está la respuesta de cuántas veces se debe rezar: “¿Cuántas veces hay que orar?, Jesús responde: ¡Siempre!