Muchas son las personas que creen en ángeles y aseguran que tienen uno en especial que los cuida a lo largo de sus vidas. Se trata del bien llamado ángel de la guarda, que aunque no se puede ver físicamente, siempre está acompañando al ser para el que fue elegido custodio.
Los ángeles de la guarda, según la creencia religiosa, son la presencia de Dios en la tierra. Su trabajo es proteger y guiar a una persona a partir del momento en que nace.
Algunos se mantienen al margen respecto al tema, pero hay muchas personas que aseguran, están en constante comunicación con él, pues le hablan para pedirle protección y consejos.
¿Cómo se puede invocar al ángel de la guarda?
Cada vez que se sienta angustiado, solo o con necesidad de encontrar una solución a todos sus problema, usted puede invocar a su custodio. Lo único que necesitará es un tiempo de tranquilidad y mucha fe.
Siempre que quiera hablar con su ángel de la guarda, hágalo en un lugar de paz, preferiblemente solo. Además de eso, recuerde dejar el celular a un lado. Enfóquese solamente en esta comunicación.
Lo primero que deberá hacer es intentar mantener su mente alejada de todo lo que lo agobia y comenzar a imaginar que tiene ese encuentro con su protector. Probablemente no lo logre en una primera sesión, pero con el pasar del tiempo la imagen se hará cada vez más nítida, hasta que usted realmente sienta que tiene una conversación con él.
La mayoría de las veces, los ángeles de la guarda se expresan a través de su voz interior. Así que, luego de tener una conversación con él, confíe en lo que le dice su mente y su corazón.
Ahora bien, los ángeles protectores también mandan señales a través del mundo físico. Entonces, siempre mantenga bien abiertos sus ojos y despiertos sus sentidos, pues él le puede estar enviando mensajes a través de situaciones pequeñas como una pluma, una hoja que cae de un árbol o simplemente, un día de lluvia.
Oración para su ángel de la guarda
También existen personas que no se consideran buenas con las palabras, así que prefieren invocar a sus custodios a través de la oración. Una de ellas es la más popular y la que suelen repetir los niños a la hora de dormir. Pero recuerde, esta oración también es indicada para los adultos.
“Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me pongas en paz y alegría con todos los santos, Jesús, José y María”.
También existen algunas oraciones que son más extensas y que podría dedicarle a su protector:
“Oh, ángel santo de mi guarda, a cuya custodia y protección con admirable providencia me encomendó el Altísimo desde el primer instante de mi vida: yo te doy gracias, santo ángel mío, por el cuidado que has tenido de mí, por la compañía que me has hecho y por haberme librado de los peligros de alma y cuerpo. Por tanto, a ti me encomiendo de nuevo, glorioso protector mío. Defiéndeme de mis enemigos visibles e invisibles, y ayúdame con tus santas inspiraciones, para que siendo fiel a ellas, logre gozar de tu compañía en la patria celestial”.