Un constante sinónimo de fascinación para las masas, NASA nos suele recordar a los seres humanos lo asombrosos que son sus logros científicos, entre algunos, los alunizajes, los lanzamientos de misiones espaciales, los avistamientos de cometas, las exploraciones en Marte, las imágenes del telescopio Hubble... Pero incluso esa magia interestelar parece encontrar sus límites estos días de descreimiento en todo (incluidas las vacunas que podrían acelerar el control de la pandemia).

Si algo ha ratificado el covid es que el gran público le da su tiempo y atención a artistas y escándalos efímeros antes que escuchar los gritos del lugar que habita, apoyar a su comunidad o atender las necesidades de su vecino. Los medios, algunos, han decidido hacer eco de esto y amplificar la falta de profundidad. El círculo de conspiraciones y fake news crece mientras la Tierra le avisa al hombre que no puede más con sus abusos y que, pronto, su calor imposible, inundaciones, deshielos y fríos extremos serán demasiado para él.

Lo avisa gracias a la ciencia y a los científicos. No son fatalistas, no todos. En su mayoría creen en darle al hombre, o mejor, a la Tierra, una segunda oportunidad. Por eso expresan con firmeza lo que creen necesario, pero ¿alguien escucha cuando tener la razón no conviene?

En ese marco, al director Adam McKay le resultó interesante explorar en su más reciente película lo que pasa cuando a la ciencia en se la aligera, minimiza, ignora, y lo que enfrentan los científicos cuando en ese ‘clima’ predominante en el que todo es un concurso de popularidad, pretenden anunciar sus duros descubrimientos.

DON'T LOOK UP (L to R) Director ADAM MCKAY, JENNIFER LAWRENCE as KATE DIBIASKY. Cr. NIKO TAVERNISE/NETFLIX © 2021 | Foto: © 2021 Netflix, Inc.

Netflix y McKay estrenan Don’t Look Up (No miren arriba). En esta entrega, que seguramente será nominada a varios Óscar como sus dos anteriores películas (The Big Short, que le mereció un Óscar a Mejor guion, y Vice), McKay hace protagonistas a un trío de científicos tratando de alertar al mundo sobre su inevitable final.

Kate Dibiasky, interpretada por Jennifer Lawrence, una astrónoma aspirante a Doctorado, descubre un meteorito. El júbilo, que comparte con su profesor Randall Mindy (Leonardo DiCaprio), termina rápidamente pues, calculando su trayectoria y tamaño, concluyen que la roca gaseosa se dirige a la Tierra y acabará con ella. Ambos le dan a conocer la noticia al encargado en NASA de estos temas, el Dr. Oglethorpe (Rob Morgan), que . Desde ese punto, seguimos a estas personas tratando de pedirle al mundo que mire hacia lo inevitable, pasando por el Gobierno, por los medios, y viviendo las tentaciones de la fama y los puñales del desprestigio.

LEONARDO DICAPRIO es el DR. RANDALL MINDY, JENNIFER LAWRENCE es KATE DIBIASKY. Foto: NIKO TAVERNISE/NETFLIX © 2021 | Foto: © 2021 Netflix, Inc.

El éxito de la película parte de su tono narrativo inteligente, tragicómico y del ritmo sagaz de una historia que canaliza la polarización reinante entre confiar en la ciencia o desconfiar de ella. Y la historia atrapa porque de eso se aseguran el director y un reparto que pesa toneladas: Meryl Streep y Jonah Hill interpretan a una díscola presidenta y a su hijo, Cate Blanchett da vida a una femme fatale de la televisión diaria. A las premiadas actrices se suma Mark Rylance como un mesiánico gurú tecnológico que a todo le saca una “visionaria oportunidad”, Ron Perlman, Timothée Chalamet, y la cantante Ariana Grande, que se suma al chiste del desatendido fin del mundo.

Meryl Streep es la Presidenta Janie Orlean. Cr. Niko Tavernise / Netflix © 2021 | Foto: © 2021 Netflix, Inc.

Amy Mainzer: científica planetaria extraordinaria

Si algo cimenta esta película en un universo plausible como el que plantea su frase de promoción (“Basada en hechos que podrían ser reales”), además de su fina hipérbole al retratar las prioridades dementes de los gobiernos y medios de comunicación, es la ciencia y los debates que sostienen quienes la practican y comunican a la sociedad general. Y detrás de muchos de esos debates y matices que hacen de esta cinta una experiencia tan interesante, está la consultoría de la doctora Amy Mainzer.

Antes de servirle a esta película de Hollywood llena de estrellas, Mainzer se ha destacado durante todo el siglo XXI como una superestrella de su campo. Ahora es la principal investigadora de la misión de astronomía infrarroja de NASA encargada de monitorear, a través de su telescopio, la existencia y trayectorias de asteroides y cometas que se aproximen a nuestro planeta. En 2020, ella y su equipo descubrieron el cometa NEOWISE, muy a la manera en la que Kate descubre el meteorito en la película (ajustada a las simplificaciones obligadas del cine).

Cuando Adam McKay le mencionó a NASA el tema de su cinta y le pidió ayuda, el nombre de esta nativa de Mansfield, Ohio, saltó a la vista. Mainzer se involucró con el proyecto pues le gustó el planteamiento de McKay de hablar de los humanos y su respuesta ante amenazas existenciales. Dos veces ganadora de la Medalla a la excelencia científica de NASA, esta mujer tiene además un asteroide en su nombre: el 234750 Amymainzer, descubierto en 2002 por la entonces integrante del programa NEAT, en el Observatorio Palomar (en San Diego, al servicio del California Institute of Technology).

Cometas, meteoritos, paridad y Star Trek

Estos días, curiosamente, Mainzer ha dejado de mirar solo arriba en sus investigaciones y se ha enfocado también en la Tierra. Al respecto, la científica planetaria de 47 años asegura que el cosmos, las estrellas que explotan, los planetas distantes, “te dan una sensación de perspectiva. Parece todo muy desconectado de la Tierra, pero hay una conexión poderosa en saber que no hay lugar como este planeta”. Este presente solo sumó a hacerla la persona perfecta para este proyecto, porque bien se puede decir de forma figurativa que “el calentamiento global es un meteorito que viene por todos”.

En esta entrevista, la científica nos habla de trabajar con Jennifer Lawrence, opina sobre una paridad de las mujeres en la ciencia que aún parece lejana pero que avanza, y de lo que representa este planeta, lo mejor que tenemos vamos a tener jamás. La persona, por su parte, nos revela cómo la televisión y el cine encendieron su curiosidad sobre la vida de los científicos y su método.

SEMANA: Doctora, siempre ha sido un reto comunicar la ciencia al público general, y esta película habla de esto, ¿contribuye de alguna manera a reducir esa brecha entre ciencia y público?

Amy Mainzer: Una de las cosas que ojalá la gente saque de esta película es que los científicos tratamos muy duro de transmitir nuestro mensaje. No siempre lo logramos perfectamente pero tratamos de hablar sobre lo que vamos descubriendo, y ojalá la película también sirva para humanizar a los científicos, se los puede ver como personas que sufren con los pasos a tomar, como el resto de personas. Y esa humanización, espero, puede ser la base para que haya confianza en la ciencia.

SEMANA: La película se llama ‘No miren arriba’, pero parece estarnos diciendo metafóricamente “miren para abajo”. Qué le pareció la cinta, el tono particular de la misma...

A.M.: Trabajo mucho sobre asteroides y cometas, y como alguien que se pasa la vida mirando rocas sin aire —ríe—, que es lo que son los asteroides, al mirar a la Tierra sabes que este es EL lugar, este es el MEJOR lugar, el más maravilloso, y necesariamente tenemos que protegerlo porque no hay otro como este. Y aun si llegáramos a descubrir un planeta similar en algún lugar de la galaxia (que todavía no lo hemos hecho), ¡no podemos ir! ¡No es lograble! La Tierra es el lugar, es lo que hay, es el mejor lugar, cuidémoslo. Ese es uno de los temas centrales de la película para mí, el hecho de que, al reconocer lo que tenemos, sepamos que lo tenemos todo. Esperamos motivar esa consciencia.

SEMANA: ¿Muchos vuelos al espacio de multimillonarios nos pueden hacer perder esto que menciona de vista?

A.M.: Lo pondré de esta manera. Hay mucha gente en este planeta y millones de especies diferentes, todo tipo de animales y plantas tienen su hogar aquí. No podemos recoger e irnos, tecnológicamente no se puede conseguir. Y creo que este es el lugar maravilloso en el que vale la pena vivir, y debemos agotar todo esfuerzo para salvarlo. Es nuestra casa. Siempre lo será. El esfuerzo es seguir haciendo de este un lugar genial.

Amy Mainzer en el estreno mundial en Nueva York de 'Don't Look Up'. Foto: Dimitrios Kambouris/Getty Images for Netflix. | Foto: 2021 Getty Images

SEMANA: Al comienzo de la cinta vemos a Kate (Jennifer Lawrence) mirando a las estrellas y al universo en su enorme telescopio, y escucha Wu-Tang Clan, y nos preguntamos qué cultura la acompaña mientras conduce sus exploraciones...

A.M.: Soy una aficionada absoluta al cine, adoro las películas, desde siempre. Para mí, la ciencia ficción siempre ha sido demasiado importante. Especialmente cuando crecía, no conocía ningún científico, no crecí rodeada de ellos, y para mí la ciencia ficción fue la forma poderosa de conectarme con la cultura de la ciencia, de interesarme en esa manera de pensar, de reaccionar, de actuar. La ciencia ficción fue mi manera de cerrar la brecha y empezar a convertirme en científica, me conecté por medio de ella.

Las películas, el cine y la televisión ofrecen un canal que nos ayuda a conectarnos con trayectos futuros, con ideas que quizá queramos explorar, con gente que queremos emular o en quien quizás un día nos queramos convertir. Las artes han sido una fuerza motivante poderosa para la ciencia, y funciona en ambos sentidos: la ciencia nos enseña sobre el universo y las artes nos permiten explorar como nos sentimos sobre ese conocimiento. ¿Cómo nos motiva? ¿Cómo nos hace sentir? Funcionan juntos, son ambos muy importantes.

Las artes han sido una fuerza motivante poderosa para la ciencia, y funciona en ambos sentidos: la ciencia nos enseña sobre el universo y las artes nos permiten explorar como nos sentimos sobre se conocimiento.

SEMANA: ¿Qué película o programas de televisión la marcaron? ¿De cuál es fan declarada?

A.M.: Oh, por Dios—ríe—, soy una nerd vitalicia de Star Trek, lo admito plenamente, pero también me gustó mucho ver Moon, que me pareció muy buena, una película ‘pequeña’ de ciencia ficción pero tenía esta cautivante exploración de la ciencia y la tecnología.

SEMANA: Cómo le fue trabajando con Adam McKay y este reparto estelar de ‘Don’t Look Up’?

A.M.: Fue muy entretenido trabajar en ‘Don’t Look Up’ porque logró tocar muchos temas sobre la importancia de la ciencia en nuestra sociedad. Y considerando todo lo que recién vivimos y que seguimos viviendo con la pandemia, esa exploración de la importancia de la ciencia era vital.

SEMANA: Usted descubrió un cometa, NEOWISE, ¿cómo se siente y ha replicado algo esa sensación desde entonces?

A.M.: Una de las cosas maravillosas de la ciencia es la emoción de descubrir algo nuevo, es muy divertido aprender algo, te agita el mundo, te agita la cabeza. Los distintos tipos de descubrimientos son el placer de hacer ciencia, en otras palabras, el gozo de aprender es un aspecto fundamental. Yo espero que en la película hayamos logrado compartir algo de esto. Esta se ve especialmente al inicio de la película, esa camaradería entre tu equipo, tus amigos, cuando encuentras algo nuevo. Ahora, en la película los eventos toman un giro inesperado, pero creo que la gente va a percibir algo de esa cultura de la ciencia y ese gozo de descubrir que vivimos. Y si los hace pensar sobre sus propias carreras o las carreras de sus hijos, espero que consideren que las ciencias ofrecen mucho gozo, además de todo el trabajo duro que implican.

Creo que la gente va a percibir algo de esa cultura de la ciencia y ese gozo de descubrir que vivimos. Y si los hace pensar sobre sus propias carreras o las carreras de sus hijos, espero que consideren que las ciencias ofrecen mucho gozo, además de todo el trabajo duro que implican.

SEMANA: Como una científica muy respetada en su campo, ¿qué nos puede decir sobre la paridad entre hombre y mujeres en las ciencias?

A.M.: Tuve muchas conversaciones con Jennifer Lawrence al respecto... hablamos sobre el rol de las mujeres en la ciencia, sobre la misoginia institucionalizada que vemos y las dificultades que enfrentan las personas en todos los aspectos de su identidad al ingresar a campos de trabajo técnicos, porque no solo se marginaliza por género, se marginaliza por muchos más aspectos de la identidad.

Era importante retratar en la cinta algo de cómo se dan estas experiencias, y la verdad estamos todavía muy lejos de llegar donde debemos llegar como comunidad. La igualdad sigue lejos ante muchas energías negativas que llevan mucho tiempo allí y siguen allí.

Pero también hay buenas noticias. Tenemos Ciencias Sociales en la actualidad que nos están estudiando a nosotras; nos hemos convertido en el objeto de estudio de otros científicos, esto para tratar de entender las mejores maneras de abordar la inequidad, de hacer el sector más accesible, de mejorarlo y hacerlo más inclusivo. Las buenas noticias vienen de que hay ayuda en camino, sucediendo, pero falta muchísimo...

SEMANA: A usted se la puede considerar una super estrella entre quienes miran hacia el cosmos. Al trabajar con figuras brillantes de Hollywood como Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio, ¿se maravillaban mutuamente? ¿Cómo fue esa dinámica de trabajo?

A.M.: Fue maravilloso trabajar con Jen, Leo y Rob Morgan (el Dr. Oglethorpe). Son personas muy inteligentes, seguidores de la ciencia, y eso ayudó mucho porque nos daba un tema común para hablar. Creo que ellos quisieron darle calor humano a sus personajes, querían que la gente pudiera ver a los científicos como seres humanos.

La pasé genial trabajando con ellos tres, fueron inquisitivos y se esforzaron por ser humanos en sus dilemas. Eso sale a la luz en muchos lugares del guion. Hay diálogos sobre las tensiones del activismo, sobre las responsabilidades del científico cuando aprende algo, ¿qué se debe hacer?: ¿salir a protestar en las calles?; ¿entrar en contacto con las personas que están en el poder así sepas que estás en desacuerdo con ellos? ¿Qué hacer? Sobre estos temas tuvimos grandes discusiones con estos tres actores, y siento que fueron muy respetuosos de esos debates en su trabajo.

Hay diálogos sobre las tensiones del activismo, sobre las responsabilidades del científico cuando aprende algo, ¿qué se debe hacer?: ¿salir a protestar en las calles?; ¿entrar en contacto con las personas que están en el poder así sepas que estás en desacuerdo con ellos? ¿Qué hacer?

JENNIFER LAWRENCE es KATE DIBIASKY, LEONARDO DICAPRIO es el DR. RANDALL MINDY, ROB MORGAN es el DR. CLAYTON “TEDDY” OGLETHROPE. | Foto: © 2021 Netflix, Inc.
CATE BLANCHETT es BRIE EVANTEE y TYLER PERRY es JACK BREMMER. Foto: NIKO TAVERNISE/NETFLIX © 2021 | Foto: © 2021 Netflix, Inc.