La maestra Beatriz González llegó a pensar que sus obras “solo podrían circular acaso como una curiosidad”. Hoy la artista santandereana, con más de 50 años de carrera, cita a Les Luthiers: “¡Me descubrieron, por fin me descubrieron!”. Y lo dice a unos pocos meses de inaugurar su primera retrospectiva en Europa, en el Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos. La muestra, otro hito del Año Colombia-Francia, también fue posible gracias a María Inés Rodríguez, curadora colombiana que dirige el Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos en Francia.Esta retrospectiva es fruto de “una conjugación de trabajo y persistencia en su carrera artística, que partió de una geografía y una realidad que le permitieron hacerse valer como una artista de trayectoria internacional”, asegura Fernando Rodríguez, curador independiente. La muestra viajará también al Museo Reina Sofía, en Madrid, y al KW Institute for Contemporary Art, en Berlín.Puede leer: Doris Salcedo, premiada por la Academia de las Artes SuecaIrónicamente, Beatriz Gon-zález se describe como una “artista de provincia”, pero a sus casi 80 años ha tenido un 2017 lleno de viajes. Acaba de exponer obras como Decoración de interiores (1981), Telón de la móvil y cambiante naturaleza (1978), Historias wiwa I (2015), junto al artista indígena Abel Rodríguez en Documenta 14, en Alemania. Participará en otra exposición con Adolfo Bernal, artista gráfico y sonoro conocido por sus carteles e intervenciones de sonido, en el Museo de Arte Moderno en Fráncfort. Para el curador Enrique Serrano, “estas muestras le hacen justicia a una artista tan relevante como Beatriz González, que ha trabajado durante muchos años de una manera muy coherente y comprometida con la realidad nacional”.La ruta del arte colombiano en Europa también estará en el suelo del palacio de cristal del Museo Reina Sofía, a partir de octubre, donde Doris Salcedo presentará Palimpsesto, una intervención que explora el carácter fantasmagórico de la violencia en Colombia. Y se suma a la lista de artistas la bogotana Johanna Calle, que tendrá su primera exhibición individual en Francia en la Maison de l’Amérique Latine.Dibujos es el título de su muestra de 96 obras que reconstruyen “la escritura del dibujo” con hilos, tornillos, alambres, agujas y cables que generan inquietudes sobre la complejidad de la realidad de América Latina y Colombia.Le recomendamos: Las críticas a Doris Salcedo por su intervención en la plaza de BolívarComo si fuera poco, desde esta semana el Louvre, el museo más importante de Francia, expone en una de sus salas (la sala Murillo) dos obras emblemáticas de arte colonial colombiano. La primera es la custodia La lechuga, elaborada por José Galaz entre 1700 y 1707, y considerada por los expertos como una de las reliquias religiosas más importantes del continente. El artista la elaboró con oro, esmeraldas, amatistas, diamantes, rubíes, un zafiro y otras piedras barrocas que muestran la riqueza del territorio que hoy es Colombia durante la Colonia. La segunda es la Santa Bárbara, una escultura tallada en madera por Pedro Laboria en 1740. Estas dos joyas artísticas e históricas estarán en uno de los museos más importantes del mundo, que recibe más de 8 millones de visitantes al año. Una oportunidad única.Varios curadores colombianos dicen que esta serie de exposiciones de arte en el exterior no es una coincidencia y tiene un nombre: el año de Colombia-Francia. Emiliano Valdés, curador del Museo de Arte Moderno de Medellín, asegura que “tienen que ver con una iniciativa diplomática, pero también con los frutos de una apertura del país y una inversión más sólida. Por un lado, son el resultado de esfuerzos, en algunos casos aislados, y, en otros, como parte de unas políticas mucho más ambiciosas”.Le recomendamos: La Colombia en acuarelas pintada por las manos del chino Song XinruA pesar de que la presencia de arte colombiano en otros países no se equipara con la de Brasil, México o Argentina, la exhibición en otras latitudes pasa por su mejor momento. La segunda gran muestra de artistas colombianos tiene lugar en Estados Unidos, en el sur de California, gracias al proyecto artístico de la Fundación Getty, Pacific Standard Time: LA/LA, una iniciativa cuyas siglas hacen referencia al arte latino y latinoamericano en Los Ángeles.La serie de exposiciones arrancó el pasado 15 de septiembre en varios espacios: desde Santa Bárbara hasta San Diego, desde Los Ángeles hasta Palm Springs. El Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) presenta a Leyla Cárdenas con Escisión, una instalación que apela a los efectos visibles e invisibles de la ruina y la destrucción, alusivos a la renovación y desarrollo en Bogotá. También estarán Johanna Calle, Miguel Ángel Rojas, Doris Salcedo, Carolina Salcedo, María Teresa Hincapié y Beatriz González. Antonio Caro, por su parte, estará en el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego (MCASD, por sus siglas en inglés).Otra novedad es que varias artistas mujeres colombianas, como Patricia Restrepo, María Elvira Marmolejo, Sonia Gutiérrez y la fallecida Feliza Bursztyn, participan en la exposición colectiva femenina Radical Women: Latin American Art, 1960-1985, que traduce mujeres radicales en el arte latinoamericano.Esta es una de las muestras más interesantes porque la presencia de artistas latinoamericanas es escasa en el circuito de Los Ángeles. Así lo describe la periodista cultural Carolina A. Miranda, de Los Angeles Times, quien asegura que en California, “históricamente, nuestros museos flaquean al organizar exposiciones de artistas latinoamericanos, especialmente de mujeres, por razones como quién maneja las instituciones y quién las financia. Pero eso está comenzando a cambiar”.El reto de movilizar más artistas de la región en otros países es una suma de esfuerzos, entre ellos, los del curador. Así lo cree Emiliano Valdés, que también participa de la única exposición dedicada exclusivamente al arte guatemalteco en el Museo de Arte Contemporáneo de Santa Bárbara, financiada por el Getty. Según él, este proyecto artístico en el sur de California es muy útil porque consolida con investigaciones y becas la escena del arte latinoamericano en Estados Unidos.El curador Eduardo Serrano piensa que estas exposiciones en el extranjero constituyen un buen comienzo para abrir una ventana de exhibición, y que “los curadores, los críticos de arte y las instituciones artísticas piensen que en Colombia producen arte de la calidad de Beatriz González”.Otros consideran que se abrirán más puertas en la medida en que el país se fortalezca en su ámbito artístico y cultural con políticas estatales más contundentes, para lograr más visibilidad en el extranjero. Según Adriana Ríos, curadora del Museo de Antioquia de Medellín, “la producción de arte en Colombia ha estallado y valdría la pena seguir haciendo esfuerzos para que los más jóvenes también tengan visibilidad”. Todo ello demuestra la importancia de seguir trabajando para mostrar el arte colombiano en el mundo, para que pueda ocupar el lugar que se merece.