Aunque los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, en algunas ocasiones no encuentran las palabras para transmitirles sus deseos. También puede pasar que, pese a su incondicionalidad, no hallan las expresiones adecuadas para brindar una voz de aliento en los momentos difíciles.
Pues bien, una forma de manifestar amor a los hijos es dedicarles algunos versículos de la Biblia. No hace falta ser el más conocedor del libro sagrado, ni mucho menos, sino tener la intención de brindar palabras que reconforten en los instantes de afugias y brinden claridad cuando todo parece una bruma.
A continuación, algunos versículos que dan cuenta del amor de Dios para sus hijos y que pueden levantar la fe cuando algunos dejan de creer.
Salmos 112:2
Sus hijos dominarán el país, la descendencia de los justos será bendecida.
Números 6:24-26
El Señor te bendiga y te guarde, el Señor te mire con agrado y te extienda su amor, el Señor te muestre su favor y te conceda la paz.
Deuteronomio 7:13
Te amará, te multiplicará y bendecirá el fruto de tu vientre, y también el fruto de la tierra que juró a tus antepasados que les daría. Es decir, bendecirá el trigo, el vino y el aceite, y las crías de tus ganados y los corderos de tus rebaños.
Lucas 2:40
El niño crecía y se fortalecía, progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba.
Lucas 18:16
Pero Jesús llamó a los niños y dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.
Salmos 144:12
Que nuestros hijos, en su juventud, crezcan como plantas frondosas, que sean nuestras hijas como columnas esculpidas para adornar un palacio.
Jeremías 24:7
Les daré un corazón que me conozca, porque yo soy el Señor. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.
Salmos 115:14
Que el Señor multiplique la descendencia de ustedes y de sus hijos.
Joel 2:28
Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes.
Salmos 127:3
Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa.
Mateo 7:11
Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos ¡Cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!