El arte, una expresión que no solo ha pasado a ser visual, sino también social, y con el paso de los años ha acabado formando parte de una nueva forma de crítica a la sociedad y a su entorno, no solo para los cercanos al arte, también para las comunidades minoritarias.
Parte de estas expresiones han sido aprovechadas por comunidades como la población Lgbtiq, la cual a pesar de la aceptación que está empezando a gozar entre sus derechos, aún enfrenta a algunos focos poblaciones que sienten rechazo ante estos grupos, lo que continúa generando iniciativas y programas que permitan el generar conciencia dentro de la sociedad.
Algunas de estas iniciativas se han generado desde el arte, como un espacio de expresión del cual pueden gozar los pertenecientes a estas comunidades. Un claro ejemplo de este activismo artístico ha sido plasmado a través de las obras de la artista venezolana Argelia Bravo.
Bravo fue partícipe durante el pasado 16 de mayo de un conversatorio en la Universidad EAN, titulado El cuerpo como territorio en la construcción de identidades y de géneros, durante el cual se analizaron algunas obras realizadas por la artista para su colección En Márgenes, especializada en plasmar cuerpos trans.
Esta colección enlaza procesos comunitarios con la noción de territorio, la percepción de mujer y el concepto de “Trocha”, definido por la artista como “ese lugar donde todas las personas excluidas se sienten seguras”.
Aprovechando esta oportunidad, SEMANA conversó con esta artista para conocer el trasfondo de estas obras que van más allá de lo visual, y que buscan generar un impacto también dentro de lo social.
Argelia asegura que si bien no conocía las problemáticas enfrentadas por las poblaciones trans durante el proceso de creación de estas obras que vienen siendo plasmadas desde el año 2004, se sintió cautivada por la posibilidad de ejercer este activismo desde el arte:
“Mi obra siempre fue desde una visión feminista, desde el feminismo. Siempre me he venido cuestionando ¿por qué yo como mujer había cosas que eran infinitamente más difíciles que para los hombres, por ejemplo? La discriminación a mí me producía muchísima ira, entonces cuando yo me acerco a la problemática trans, me estoy acercando también desde mi propia problemática, como mujer discriminada, hay una relación entre la discriminación que sufrimos como mujeres y la discriminación de las mujeres trans”, explicó Bravo.
Sin embargo, Bravo también explicó que los cuerpos significan más de lo que se podría creer, como lo da a conocer a través de una de las frases que resalta en sus obras, “el cuerpo humano es un territorio de conocimiento estético y político”:
“Para mí esa frase es como el resumen de todo este proyecto. En el cuerpo se ejerce el poder, pero en el cuerpo también se ejerce la diferencia, es decir, la sociedad o el poder ejerce su disciplina sobre los cuerpos, pero también sobre los cuerpos se ejerce la rebelión frente a esa disciplina, entonces esa frase tiene que ver justamente con eso y con que el cuerpo termina siendo un reflejo de lo social”, explicó Bravo como parte de la inspiración a sus obras.
Finalmente, Bravo envío un mensaje a quiénes observen sus obras, con el fin de que puedan sentir el significado de este activismo desde el arte: “el arte se plantea respuestas, abre brechas e interrogantes en la gente, y a mí me interesa poder demostrar que el arte es un campo de producción de conocimiento que no es legitimado por la academia, pero que tiene un enorme potencial”.
Para aquellos que estén interesados en observar estas obras, serán expuestas en la Galería D.C. de Bogotá, durante el próximo 20 de mayo a las 4:00 p. m.