Escoger qué grupos ver y escuchar de los trece que hicieron parte del cartel del primer día de Rock al Parque dedicado al metal, no fue fácil. Las 4 bandas distritales, las 4 nacionales y 5 las internaciones (exponentes de los distintos subgéneros del metal como el progresivo, el death y todas sus variantes, el thrash, el groove metal y el metalcore), se destacaron por su alta calidad y, como varias tocaban simultáneamente, no había más remedio que decidirse por algunas de ellas o ir de escenario en escenario de los tres que había para poder ver una parte del show.Puede leer: Calentando motores para Rock al Parque 2018A las tres de la tarde, The Brainwash Machine, Tears of Misery y Vobiscum Lucipher abrieron la versión 24 del festival. Pese a que a esa hora el público comenzaba a llegar y a que la zona destinada a la prensa e invitados especiales estaba casi desierta, las tres bandas colombianas dieron todo de sí y mostraron el buen momento por el que pasa el metal en el país. Con su presentación, el grupo pastuso Vobiscum Lucipher demostró que el gusto por el black metal se ha esparcido por todo el país, incluso en lugares en donde este género causa recelo.
Hernán Bautista, vocalista y bajista de Tears of MiseryLas presentaciones de las bandas nacionales fueron buenas y su sonido no tuvo nada que envidiarle al de las agrupaciones internacionales. Varias aprovecharon la oportunidad en tarima para pedirles a los asistentes que apoyaran al metal nacional y que asistieran a los conciertos: “necesitamos que compren la boletas de los eventos que organizamos y nuestros discos, el apoyo a nuestra música no solo se hace asistiendo a los eventos gratuitos”, dijo Hernán Bautista, bajista y vocalista de Tears of Misery.
Juan Carlos Gómez, guitarrista de Masacre
Ángel Niño, vocalista de Loathsome Faith“Larga vida al metal de Colombia, veo que ya hemos pasado más del límite 30 años es mucho pero también es poco para complacer tanto público, que chimba hijueputa” fueron las palabras pronunciadas por el Alex Oquendo con las que Masacre comenzó su show. Agrupación que aprovechó su participación en Rock al Parque para celebrar sus 30 años de existencia y tocar su primer álbum Requiem. Como de costumbre se armaron pogos de grandes dimensiones y su vocalista no se cansó de repetir su clásico “qué chimba hijupuetas” para animar a su público.De manera simultánea, en el escenario Eco tacaba Loathsome Faith, banda encabezada por Ángel Niño, uno de los vocalistas más destacados del metal en Colombia, y que también hace parte de Vein, agrupación que hace unos meses participó en Hell & Heaven Fest México.Le puede interesar: “La escena underground siempre será más interesante”Las presentaciones internacionales comenzaron con la banda española de thrash metal, Angelus Apatrida. Después, en el escenario Lago tocaron las agrupaciones de Estados Unidos Cattle Decapitation y Suffocation, ambas exponentes del progressive deat metal -en el que los riffs de guitarra y los compases del doble bombo y el redoblante van a una alta velocidad-. En esas presentaciones los asistentes pudieron apreciar la técnica del guitarrita afroamericano Terrance Hobbs (Suffocation) y las distintas frecuencias guturales que maneja el vocalista Travis Ryan (Cattle Decapitation).
Terrance Hobbs, guitarrista de Suffocaation
Martin Henriksson, guitarrista de Dark TranquillityAl anochecer las bandas suecas Dark Tranquility y Dark Funeral cerraron el primer día de la edición 24 de Rock al Parque, para ese momento el escenario Plaza alcanzó su mayor ocupación. Miles de fanáticos y metaleros de todas las edades, desde jóvenes de 15 años hasta veteranos de más de cuarenta años atestaron el Simón Bolívar para ver a estas bandas iconos del metal europeo. Dark Tranquillity comenzó su concierto con Monochromatic Stains, canción perteneciente al Damage Done, el sexto y uno de los mejores álbumes de la agrupación. El carisma del vocalista Mikael Stanne conquistó al público, quién a su vez quedó sorprendió por la cantidad de público que había y no se podía borrar la sonrisa de la cara. Pintados con sus caras de blanco y negro, como de costumbre, Dark Funeral demostró por qué es una de las bandas insignia del black metal.El cartel de este año, podría decirse, fue uno de los mejores de todas las ediciones del Rock al Parque. Sin embargo es bueno señalar unas cuantas cosas que se podrían mejorar para los próximos años. Si bien, equilibrar la proporción de bandas nacionales con las internacionales es difícil, se debería aumentar la participación de las agrupaciones colombianas para darle un mayor impulso a la escena local.Puede leer: El neón y la oscuridad: Sónar Bogotá anuncia su cuarto cartel y Knotfest Colombia se estrenaEl común denominador de las ocho bandas nacionales fue su calidad y su larga trayectoria. Todas tienen más de 10 años de vida. En ese sentido, quedaron faltando bandas jóvenes que necesitan participar en este tipo de festivales para que puedan ser conocidas. Es un punto que se podría revisar para el próximo festival.Para finalizar, es importante hacer un llamado a la prensa acreditada para que asistan a todo el festival, conozcan las bandas colombianas y ayuden con sus notas a promocionarlas. Hubo centenares de acreditaciones para los medios pero desafortunadamente, muy pocos estuvieron presente en los momento en que las agrupaciones nacionales tocaron.*Historiador y periodista de revista Seman. Con colaboración de Alejandro Pérez